Estados Unidos condenó lo que dice es la amenaza del presidente Maduro de prohibir que los partidos de oposición participen en las elecciones presidenciales del próximo año.
En un comunicado, la vocera del Departamento de Estado, Heather Nauert, señala que: "El pueblo venezolano merece el derecho de expresar sus opiniones y aprobar la gobernabilidad a través de un proceso democrático libre y justo que esté abierto a todos los candidatos. Una elección presidencial no puede ser legítima si los candidatos y los partidos no pueden participar libremente".
La nota recuerda que el gobierno venezolano y los miembros de la oposición política tienen programado reunirse el 15 de diciembre en República Dominicana para analizar el cronograma y los procesos de las elecciones presidenciales de 2018, y en base a ello hace "un llamado al Gobierno de Venezuela para que acepte un cronograma que permita elecciones presidenciales libres, justas, transparentes e internacionalmente observadas".
"Seguimos solicitando al gobierno venezolano que abra inmediatamente un canal humanitario para recibir medicamentos y asistencia alimentaria, liberar a los presos políticos, disolver la ilegal Asamblea Constituyente y respetar a la Asamblea Nacional, democráticamente elegida", concluye el comunicado de la vocera del Departamento de Estado.
En su cuenta de Twitter, la portavoz Nauert reiteró la postura del gobierno estadounidense sobre Venezuela: "El intento de #Maduro de prohibir a los partidos de oposición en las elecciones presidenciales es otra medida extrema para cerrar el espacio democrático en #Venezuela y consolidar el poder en su dictadura autoritaria. Estamos junto al pueblo venezolano en su búsqueda para restaurar su democracia".
La reacción de Nauert y el Departamento de Estado se produjo después del anuncio del presidente Nicolás Maduro de que los partidos de los opositores Henrique Capriles y Leopoldo López, entre otros, quedaron excluidos de las presidenciales de 2018 por negarse a competir en las elecciones de alcaldes que se realizaron el domingo y que resultaron en la prevista victoria del oficialismo.
"Partido que no haya participado hoy y haya llamado al boicot de las elecciones no puede participar más. Ese es el criterio que la Asamblea Nacional Constituyente ha esgrimido (...) y yo los apoyo", expresó Maduro en una rueda de prensa tras votar en Caracas. "No podrán participar; desaparecerán del mapa político", insistió.
El canciller de Venezuela Jorge Arreaza, respondió a la vocera del Departamento de Estado indicando que sus declaraciones reflejan la "impotencia" y "desesperación" de gobierno de EE.UU. por las "sucesivas victorias" de la democracia en su país.
Según el vicepresidente venezolano, Tareck El Aissami, Maduro buscará un segundo período de seis años en los comicios de 2018.
El gobierno de Donald Trump ha acusado varias veces a Maduro de haber instaurado una dictadura en Venezuela con el apoyo de una Asamblea Nacional Constituyente totalmente oficialista, cuya elección se considera fraudulenta, y que rige con poderes absolutos desde agosto.
Estados Unidos, que considera a la Venezuela de Maduro un "narco Estado" que amenaza la seguridad internacional, ya ha impuesto sanciones contra Maduro y gran parte de sus funcionarios más cercanos, además de prohibir a ciudadanos estadounidenses negociar deuda con el gobierno venezolano y su estatal petrolera PDVSA.