Las agencias gubernamentales estadounidenses se preparaban el viernes por la noche para detener las operaciones no esenciales horas antes de la expiración del financiamiento federal, ya que un enfrentamiento partidista paralizó la capacidad del Congreso para extender la autoridad de gasto.
Los demócratas del Senado lograron bloquear una medida temporal de gasto para mantener el gobierno abierto cuando faltaban apenas dos horas para el plazo de la medianoche en que los legisladores debían tomar una decisión.
El senador republicano por Carolina del Norte, Lindsay Graham, trató de reunir los 60 votos necesarios para una medida opcional de tres semanas, pero la legislación tenía que ser aprobada primero en la Cámara Baja por lo que el cierre de operaciones federales luce inevitable.
"Hicimos algunos progresos, pero todavía tenemos un buen número de desacuerdos", dijo el líder de la minoría Chuck Schumer en un comunicado luego de abandonar la Casa Blanca.
A menos que se llegue a un acuerdo de último momento, la bancada demócrata de Schumer está lista para bloquear un proyecto de ley republicano que financiaría al gobierno federal hasta mediados de febrero. La Cámara de Representantes aprobó el proyecto de ley el jueves con nada más que los votos republicanos.
Los demócratas del Senado retienen su apoyo para presionar por demandas para que el Congreso actúe sobre las prioridades de inmigración y gastos, al tiempo que insisten en que se ponga fin a la financiación del gobierno con resoluciones de un mes.
Los republicanos acusaron a sus colegas demócratas de tener prioridades fuera de lugar.
"Millones de personas, incluido nuestro personal militar, policial y de emergencia podrían perder su sueldo si los demócratas cumplen con su amenaza", dijo el senador John Cornyn de Texas. "El momento de dejar de jugar es ahora. Los exhortamos [Demócratas], les imploramos: no cierren el gobierno ".
"Esta votación debería ser obvia, y lo sería, excepto que el líder demócrata ha convencido a sus miembros de obstruir [bloquear] cualquier proyecto de ley de financiamiento que no incluya la legislación que están exigiendo para las personas que ingresaron ilegalmente a los Estados Unidos", dijo el líder de la mayoría del Senado Mitch McConnell de Kentucky.
Trump y los republicanos del Congreso afirmaron reiteradamente que los demócratas tendrían la culpa si las operaciones no esenciales del gobierno se detuvieran, una acusación que los demócratas rechazaron.
"Cuando se mira a través del espectro de las tres ramas del gobierno, los republicanos tienen el control", dijo el senador Dick Durbin, un demócrata de Illinois.
Reforma inmigratoria
Los demócratas respaldaron tres extensiones previas de gastos a corto plazo a fines del año pasado, mientras que las negociaciones bipartidistas avanzaban sobre las prioridades de inmigración y gastos. La semana pasada, Trump rechazó una propuesta bipartidista de inmigración del Senado, desbaratando las negociaciones del Congreso.
Los demócratas exigían rápidas votaciones en el Congreso sobre un paquete de reforma migratoria que protegería de la deportación a cientos de miles de inmigrantes indocumentados traídos a Estados Unidos cuando eran niños. Los republicanos señalaron que los jóvenes inmigrantes no enfrentarían una posible deportación hasta marzo, cuando el programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) expira.
En un tuit de viernes por la mañana, Trump reconoció que se necesitaban votos demócratas para mantener al gobierno financiado, pero dijo que la demanda de los demócratas de una solución DACA significaba que favorecían la inmigración ilegal a Estados Unidos, una acusación que los demócratas negaron.
Cerca de las 9:30 de la noche (hora local) Trump insistió en culpar a los demócratas si ocurre el cierre del gobierno.
"No se ve bien para nuestro gran Ejército o Protección y Seguridad en el peligroso borde sur. Los demócratas quieren un cierre para ayudar a disminuir el gran éxito de los recortes de impuestos, y lo que están haciendo para nuestra economía en auge", escribió.
El acuerdo bipartidista de inmigración del Senado que Trump rechazó habría impulsado la seguridad fronteriza de EE.UU., incluida la mejora de las barreras físicas a lo largo de la frontera con México, como el presidente ha exigido durante mucho tiempo.
La Casa Blanca dijo que las medidas propuestas no fueron lo suficientemente lejos.A medida que el reloj avanzaba hacia un cierre parcial del gobierno, las acusaciones mutuas se hicieron más frecuentes en Capitol Hill.
La oficina del presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan, republicano por Wisconsin, emitió un comunicado acusando a los demócratas de "intención imprudente" de cerrar el gobierno".
"Los demócratas del Senado son los únicos que se interponen en el camino de un gobierno totalmente financiado y un programa de seguro médico reautorizado para niños. Este no es el momento de jugar a la política y forzar el cierre", dijo el comunicado.
"Esto está mal. Insto al Senador Schumer y a los Demócratas del Senado a reconsiderar su intento imprudente de cerrar el gobierno", añadía el mensaje.
Pero los Demócratas de la Cámara dijeron que estaban unidos en un esfuerzo por negociar con los republicanos para evitar un cierre.
"Sabíamos que teníamos que estar aquí y hacer el trabajo", dijo el viernes a los periodistas el senador Steny Hoyer, un demócrata de Maryland. "Es hora de dejar de perder la oportunidad de unirnos y estar de acuerdo. Queremos promulgar un acuerdo bipartidista".
"Todos estamos de acuerdo en que los Dreamers [un término común para los beneficiarios de DACA] deberían permanecer en Estados Unidos, y en esa medida representamos el 87 por ciento del público estadounidense", dijo.
Se les dijo a los miembros de la Cámara de Representantes que permanecieran "flexibles" en caso de que fueran necesarios para una votación sobre una resolución continua incluso a más corto plazo para mantener abierto el gobierno.
El gobierno de EE.UU. ha cerrado antes. La última vez fue en 2013, en un punto muerto sobre la política de atención médica. El cierre duró 16 días y dejó sin trabajo temporalmente a cientos de miles de empleados federales.
Lo que se detiene y lo que continúa durante un cierre federal varía, pero los proyectos federales de investigación podrían estancarse, los reembolsos de impuestos se retrasaron, el procesamiento de las solicitudes de discapacidad de veteranos se retrasó y se suspendieron los programas federales de nutrición, como fue el caso en 2013.
Katherine Gypson de VOA y Peter Heinlein contribuyeron a este informe.