En dos ocasiones en menos de un año, el gobierno de Estados Unidos perdió la pista a casi 1.500 menores migrantes después de colocarlos en casas de patrocinadores en diversas partes del país, reconocieron autoridades federales.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS por sus siglas en inglés) dijo en fecha reciente a personal del Senado que los administradores de los casos no podían encontrar a 1.488 menores después de que hicieran llamadas de seguimiento para verificar su seguridad de abril a junio. La cifra representa alrededor de 13% de todos los menores que llegaron sin compañía de un padre o tutor y que el gobierno retiró de albergues y hogares de acogida en ese periodo.
Mientras comparecía ante el Senado en abril, la agencia dijo que a fines del año pasado había perdido la pista de 1.475 menores. Los legisladores habían preguntado a funcionarios del HHS como habían reforzado las políticas de protección a los niños desde que se conoció que la agencia había cancelado salvaguardas para evitar que los menores centroamericanos terminaran en manos de traficantes de personas.
“El hecho de que el HHS, que colocó a estos menores con patrocinadores, desconozca el paradero de casi 1.500 de ellos, es preocupante”, dijo el miércoles el senador republicano Rob Portman. “Muchos de estos chicos son vulnerables al tráfico y abusos, y no asumir la responsabilidad de su seguridad es inaceptable”.
El HHS no respondió a diversos correos electrónicos en los que se le pidió hacer declaraciones.
Desde octubre de 2014, el gobierno federal ha colocado más de 1.500 menores no acompañados con padres u otros patrocinadores adultos que se espera los cuiden y ayuden a ir a la escuela mientras buscan regularizar su condición migratoria en tribunales.
El martes, miembros de una subcomisión del Senado presentó una iniciativa bipartidista dirigida a obligar al HHS a que asuma la responsabilidad de cuidar a los menores migrantes, aun si ya no los tiene en custodia.