Altos ejecutivos de cinco grandes firmas petroleras comparecieron este jueves ante la Comisión de Finanzas del Senado y se pronunciaron porque no se les supriman los $4.000 millones de dólares al año que el gobierno les concede en exenciones tributarias.
En momentos en que las ganancias de las compañías petroleras ha crecido, el ejecutivo principal de la Exxon Mobil, Rex Tillerson, dijo a los senadores que la idea de cortarles los subdsidios está “desinformada” es “discriminatoria” y sería “contraproducente”.
Tillerson declaró que si las exenciones impositivas terminan, se desalentarían futuras inversiones en la industria y se minaría la creación de más empleos en perjuicio del crecimiento económico del país.
La audiencia, en la que también participaron los ejecutivos principales de las petroleras BP, Shell, Chevron y Conoco Phillips, ocurre cuando el alto precio de la gasolina trae de mal en peor a los estadounidenses.
Los cinco ejecutivos se pronunciaron ante la comisión contra el plan del presidente Barack Obama y de numerosos legisladores demócratas que buscan eliminar los subsidios a fin de utilizar esos fondos para cortar el abultado déficit fiscal de la nación.
El presidente ejecutivo de Chevron, John Watson, dijo a los senadores que no debían castigar "a nuestra industria por el hecho de que hagamos bien nuestro trabajo".
Sin embargo, el presidente de la comisión senatorial, el demócrata Max Baucus, admitió que "está bien que los negocios saquen ganancias”, pero a continuación preguntó si “compañías extremadamente rentables necesitan realmente de los subsidios de impuestos".
Los legisladores demócratas aducen que las firmas petroleras no necesitan de tales exenciones después de haber reportado en el primer trimestre de este año ganancias sustanciales. Pero muchos republicanos y algunos demócratas de estados entrelazados con la industria se oponen.
Solamente Exxon Mobil, la mayor firma petrolera del mundo, informó que sus ganancias en enero, febrero y marzo se elevaron 69 por ciento en comparación con el mismo trimestre del año anterior, y alcanzaron los $10.700 millones de dólares.
El argumento de las petroleras es que no son ellas las que fijan los precios del petróleo, sino que éste sube y baja en el mercado de acuerdo con la demanda mundial.
Por otra parte, los economistas dicen que si se les quitan a las petroleras las exenciones fiscales sus ganancias disminuirán, pero no ocurrirá lo mismo con el precio de la gasolina.
La Agencia Internacional de Energía auguró este jueves que los grandes aumentos en el precio del petróleo podrían continuar.