El Departamento de Justicia ha convertido su revisión de la pesquisa sobre la interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016 en una investigación penal, dijeron el jueves personas al tanto del asunto a los medios de prensa.
Hasta el momento, esa investigación era de carácter administrativo, pero el nuevo carácter confiere a los fiscales autoridad para emitir citaciones y quizá formar un gran jurado, obligar a testigos a comparecer y presentar cargos penales federales.
El periódico The New York Times fue el primero en informar que la revisión pasó a ser una investigación penal, citando a fuentes cercanas al asunto, y las agencias AP y Reuters siguieron después con otras, o las mismas, fuentes anónimas.
Según la fuente de AP, el secretario de Justicia, William Barr, había nombrado a John Durham, fiscal federal de Connecticut, para encabezar la investigación sobre los orígenes de la pesquisa del fiscal especial Robert Mueller sobre la intromisión rusa en los comicios de 2016, pero se desconoce cuándo la revisión de Durham cambió a ser una investigación penal.
La fuente de Reuters desconoció también la formación de un gran jurado.
La agencia AP señala que la medida podría suscitar preocupación de que el presidente Donald Trump y sus aliados quizá están aprovechando las facultades del gobierno para ir tras sus adversarios.
Todo esto tiene lugar mientras Trump enfrenta una pesquisa por posible abuso del poder, incluida una investigación de la Cámara de Representantes con vistas a un juicio político sobre si retuvo asistencia militar para apremiar al presidente de Ucrania a que investigara al exvicepresidente Joe Biden y a su hijo Hunter.
Durham está examinando qué propició que Estados Unidos abriera una investigación de contrainteligencia sobre el equipo de campaña de Trump y los papeles que desempeñaron diversos países en esa pesquisa.
También indaga si los métodos de espionaje y de compilación de inteligencia utilizados durante la investigación fueron legales y adecuados.
La investigación de Mueller empañó la presidencia de Trump durante casi dos años e hizo enfurecer al presidente, que señaló que estaba motivada políticamente y la llamó “cacería de brujas”.
Mueller señaló que el gobierno ruso se entrometió en los comicios de 2016, pero no encontró pruebas suficientes para determinar que existió una confabulación penal entre Rusia y el equipo de campaña de Trump.
Los demócratas y algunos ex funcionarios dicen que Barr está usando al Departamento de Justicia para perseguir teorías de conspiración no sustanciadas que pudieran beneficiar políticamente al presidente y manchar la investigación de Mueller.