El fiscal especial Robert Mueller ha presentado cargos adicionales contra el jefe de campaña del presidente Donald Trump, Paul Manafort, y un asociado de larga data que según los fiscales tiene vínculos con la inteligencia rusa.
La nueva acusación contra Manafort y Konstantin Kilimnik fue revelada el viernes, pocos días después de que los fiscales acusaron a los dos hombres de intentar manipular a testigos, mientras Manafort espera ser juzgado por cargos graves relacionados con su trabajo en representación de intereses ucranianos.
Los últimos cargos aumentan el riesgo legal de Manafort si continúa una batalla agresiva con los fiscales, y podría ser un esfuerzo de Mueller para inducir a una declaración de culpabilidad y asegurar el testimonio de un asesor de campaña crítico para Trump. También vienen cuando Trump y su abogado, Rudy Giuliani, han aumentado las críticas públicas sobre la investigación de Mueller en un intento por socavarla.
Los cargos contra Manafort no se relacionan con su trabajo en la campaña de Trump o involucran acusaciones de interferencia electoral rusa, un hecho que el presidente ha observado de manera rutinaria mientras trataba de distanciarse de su ex asesor principal de campaña.
La nueva acusación formal acusa a Manafort y Kilimnik de obstrucción a la justicia y conspiración para obstruir la justicia relacionada con contactos que tuvieron con dos testigos a principios de este año. Los testigos, que habían trabajado con Manafort mientras representaba a un partido político pro-rruso en Ucrania, le dijeron al FBI que creían que Manafort y Kilimnik estaban intentando que mintieran sobre la naturaleza de su trabajo.
Los cargos marcan la segunda vez desde octubre que se ha modificado una acusación contra Manafort para incluir alegatos adicionales.
A través de un portavoz, Manafort, de 69 años, ha mantenido su inocencia. El vocero, Jason Maloni, dijo el viernes que Manafort y sus abogados estaban revisando los nuevos cargos.
Kilimnik, de 48 años, se negó anteriormente a comentar sobre las acusaciones. También negó haber estado conectado con agencias de inteligencia rusas.
Los fiscales dicen que los contactos por teléfono y las aplicaciones de mensajería cifrada se produjeron por primera vez en febrero, poco después de que un gran jurado emitiera una nueva acusación contra Manafort y mientras estaba recluido en su casa. Kilimnik también se acercó a los testigos en abril.
Manafort está a la espera de juicio en una corte federal en Washington y Alexandria, Virginia. Su co-demandado, Rick Gates, se declaró culpable en febrero y aceptó cooperar con los fiscales.
Las acusaciones de manipulación de testigos se relacionan con el caso criminal de Manafort en Washington, donde enfrenta cargos por conspiración de lavado de dinero, declaraciones falsas y actuar como agente extranjero no registrado para los intereses de Ucrania. En Virginia, también enfrenta cargos por fraude bancario y evasión de impuestos.
WASHINGTON —