Los temores de que un asesino en serie ande suelto en la zona de Nueva York aumentaron después de que la policía halló un cráneo y huesos humanos en dos partes diferentes de Long Island, con lo que las víctimas asociadas al caso ya serían 10.
Un portavoz de la policía dijo que los restos encontrados distantes a unas dos millas entre sí "serán remitidos al Instituto Médico Forense para su identificación", y que por ahora no es posible afirmar si son de una misma víctima o de dos personas diferentes.
La primera señal de que pudiera tratarse de un asesino en serie surgió en diciembre pasado tras el hallazgo de los restos de cuatro prostitutas de entre 22 y 27 años en los alrededores de Gilgo Beach, 75 km al este de Nueva York.
Las mujeres, que publicaban anuncios en la página Craigslist para conseguir clientes, estaban desaparecidas desde fechas diferentes entre 2007 y 2010. Todos los cuerpos hasta ahora identificados fueron hallados en una estrecha franja de playa que forma parte de las islas situadas al sur de Long Island.
Siguiendo el hilo de las investigaciones, a principios de la semana pasada, los detectives hallaron otros cuatro cadáveres en estado de descomposición.
Se presume que todas las muertes sean de un mismo asesino en serie que según investigadores operaría siempre de manera similar, matando a sus víctimas en un sitio y luego llevando los restos a otros lugares para arrojarlos en bolsas de lona.
De acuerdo con varios medios de prensa, entre ellos el New York Times, los investigadores temen que el asesino sea un ex agente de policía ya que presuntamente sabría cómo actúan las autoridades a la hora de interceptar y localizar llamadas telefónicas o rastrear pruebas.
De confirmarse la existencia del asesino en serie, sería el tercero detectado en Nueva York en los últimos 20 años.
El peor hasta hora fue Joel Rifkin, de 52 años, arrestado y condenado a cadena perpetua por el asesinato de nueve mujeres, en su mayoría prostitutas, entre 1989 y 1993, aunque la policía sospecha que en realidad mató a 17.