El gobierno de EE.UU. no está considerando actualmente imponer sanciones adicionales a Rusia, dijo el miércoles el asesor estadounidense de Seguridad Nacional, John Bolton, según reportó Reuters, citando a la agencia de noticias rusa Interfax.
Bolton se reunió el miércoles con el presidente ruso, Vladimir Putin, para abordar un espinoso tema a raíz de la intención del presidente Donald Trump de abandonar el tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF). El acuerdo data de 1987 y fue firmado por el expresidente soviético, Mikhail Gorbachev y el expresidente estadounidense, Ronald Reagan.
El tratado ayuda a proteger la seguridad de EE.UU. y sus aliados en Europa y el Medio Oriente, pero ha impedido a EE.UU. el desarrollo de nuevas armas.
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Durante su estadía en Moscú, Bolton habría dicho a las autoridades rusas que la intromisión en las elecciones de EE.UU., había sido contraproducente y lanzó un mensaje al Kremlin: "No te metas con las elecciones estadounidenses".
En medio de las tensiones, Putin y Trump podrían reunirse el próximo mes en París. Sería el primer encuentro entre ambos líderes desde la cumbre que que sostuvieron en Helsinki en julio pasado.
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El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, aseguró el miércoles que Rusia y EE.UU. discutieron la posibilidad de que el presidente Putin visite Washington el próximo año.
En conferencia telefónica, Peskov a los periodistas acreditatos ante el Kremlin que la idea se trató durante la visita de Bolton a Moscú y que aún no se habían acordado planes específicos para la cumbre.
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OTAN: "No queremos una nueva Guerra Fría"
El jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, culpó el miércoles a Rusia por haber incumplido el histórico pacto, pero dijo que, incluso pese a las tensiones actuales, no creía que la amenaza rusa condujera a nuevos despliegues de misiles estadounidenses en Europa.
El gobierno de Trump sostiene que el sistema de misiles 9M729 de Rusia contraviene el tratado, en virtud del cual quedó prohibido para Moscú y Washington poseer, producir o ensayar misiles nucleares cruceros y balísticos con un rango entre 500 y 5.500 kilómetros (300 y 3.400 millas).
Expertos estiman que el sistema ruso operaría en altitudes más bajas, lo que dificultaría su derrota. También podría alcanzar objetivos en toda Europa y la costa oeste de EE. UU., si el sistema de lanzamiento está estacionado en Siberia.
Stoltenberg dijo que no "prevé que los aliados desplegarán más armas nucleares en Europa como respuesta al nuevo misil ruso". Pero advirtió que las 29 naciones que integran la mayor alianza militar del mundo, están evaluando el asunto.
"No queremos una nueva Guerra Fría. No queremos una nueva carrera de armamentos", dijo en una conferencia de prensa anunciando el inicio de los mayores ejercicios militares de la OTAN desde que terminaron las tensiones en 1991.
Las maniobras de Trident Juncture en Noruega, que comparte una frontera con Rusia, involucrarán a alrededor de 50,000 personas, 65 barcos, 250 aviones y 10,000 vehículos. El escenario hipotético implica restaurar la soberanía de Noruega después de un ataque de un "agresor ficticio".
El anuncio de la OTAN llega a pocas semanas de que Rusia celebrara sus mayores ejercicios militares posteriores a la Guerra Fría, en cooperación con China.
Rusia anuncia represalias
El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, dijo el miércoles que el aumento de las actividades militares de la OTAN cerca de la frontera occidental de Rusia lo obligará a tomar medidas retaliatorias.
"Las actividades militares de la OTAN cerca de nuestras fronteras han alcanzado el nivel más alto desde los tiempos de la Guerra Fría", dijo.
Shoigu argumentó que las próximas maniobras de la OTAN "simulan acciones militares ofensivas".
En otro frente, el funcionario también aseguró el miércoles que el plan de Polonia de albergar permanentemente una división del ejército de EE.UU. afectaría la estabilidad regional y provocaría una respuesta rusa.
"(Moscú tendrá que) tomar medidas de represalia para neutralizar posibles amenazas militares", indicó Shoigu.
Las relaciones entre Rusia y Occidente tocaron fondo desde que Rusia se anexó en el 2014 a la península de Crimea, y comenzó a apoyar a la insurgencia separatista en el este de Ucrania.
En medio de esto, la Unión Europea (UE) ha instado a EE.UU. y a Rusia a defender el tratado en favor de la seguridad de la región.