Un despacho del Departamento de Estado de Estados Unidos expresó este jueves la “profunda preocupación por la salud y la seguridad de los familiares de los presos políticos nicaragüenses que están bajo asedio en la Iglesia San Miguel Arcángel en Masaya”, Nicaragua.
La comunicación de EE.UU. se refiere a la situación que viven los huelguistas en el octavo día de ayuno, protestando por la continua detención de sus familiares.
“El régimen de Ortega ha rodeado la iglesia y les ha negado el acceso al agua y la electricidad”, lamenta el Departamento de Estado.
Asimismo, el gobierno estadounidense señaló que el asedio a un lugar de culto “es inaceptable”, al igual que los arrestos de más de una docena de personas que intentaban ayudar a los huelguistas de hambre.
Las detenciones, señala la nota de prensa, tanto como “los cargos fabricados contra nicaragüenses que buscan ayudar a los huelguistas de hambre demuestran una vez más que la Policía Nacional de Nicaragua” [y el gobierno] no son los protectores del pueblo nicaragüense”.
Por tales acciones, EE.UU. califica de “represores” a las autoridades, de quienes dice, están “respaldando el gobierno autoritario de Daniel Ortega”.
“Nos solidarizamos con todos los prisioneros políticos de Nicaragua, así como con aquellos que trataron de brindar alivio a los huelguistas de hambre”, indica.
Estados Unidos exige que “el régimen de Ortega libere a los más de 130 presos políticos que sigue manteniendo, en contra de sus compromisos bajo el diálogo nacional”.
Por tal motivo, señala, Estados Unidos “está listo para usar todos los medios económicos y diplomáticos” para “apoyar los llamados del pueblo nicaragüense a una restauración de la democracia”.