Autoridades en Estados Unidos refuerzan instalaciones de aglomeración pública y de posible alto riesgo, ante la tensión desatada con Irán, informó a la Voz de América el alcalde de Miami, Francis Suárez.
El evento más próximo será en el mes de febrero, la ciudad floridana acogerá la final del Super Bowl, el partido cumbre del campeonato de Fútbol Americano organizado por la Liga Nacional de Futbol (FLN por sus siglas en inglés) y el evento está recibiendo una mayor atención de Seguridad por parte de las autoridades.
Se espera que cientos de miles de personas se reúnan el 2 de febrero, en el estadio Hard Rock de Miami para la gran final y la coordinación de seguridad corre en paralelo.
“Ya hemos visto en los puertos y aeropuertos un aumento de lo que es la seguridad, anticipando cualquier eventualidad y siguiendo el consejo que nos ha dado el gobierno federal para ampliar lo que es la preparación para cualquier incidente”, expresó Suárez.
En esta oportunidad, la final del torneo de la Liga Nacional de Futbol Americano se convierte en objeto de mayor vigilancia por la presencia de multitudes que arribarán a Miami desde todo el país.
Para el esperado certamen, el escenario internacional cargado de amenazas y alertas entre Irán y EE.UU., tiene en vela a los responsables: “Por esa razón y por todos los turistas que van a venir a Miami estamos más preparados que nunca”, asegura el alcalde Francis Suárez.
Otros sitios cuya seguridad es redoblada, además de los aeropuertos y puertos del sur de Florida, son instalaciones estratégicas, como el Comando Sur de Estados Unidos, localizado en la ciudad de Doral. La policía de esta ciudad también ha reforzado la vigilancia en el Trump National Doral, complejo deportivo propiedad del presidente de Estados Unidos.
Rey Valdés, vocero de la Policía de Ciudad Doral, enfatizó: “repito, hemos tomado las medidas necesarias para asegurar esa organización, así como otros edificios que hay en la ciudad”.
La alerta de las autoridades se ha extendido, es general y de amplio espectro.
“Cualquier amenaza, nosotros es una cosa que la tomamos en serio, tomamos las medidas necesarias para cerciorarnos de que la ciudad permanezca segura para los residentes, al igual que las personas que trabajan y que también nos visitan”, concluyó Valdes.
Hasta el momento, ninguna instalación ha recibido ningún tipo de amenaza directa, afirman las autoridades.