Las nueve mujeres y niños que fueron asesinados por hombres armados de un cártel de narcotráfico en el norte de México vivían en una comunidad agrícola remota donde los residentes se identifican como mormones, descendientes de antiguos miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días que huyeron de Estados Unidos para escapar de la prohibición a la poligamia impuesta por esa Iglesia en el siglo XIX.
Muchas familias que viven en la zona llegaron a la comunidad de La Mora en la década de 1950, aunque algunos tienen unas raíces mucho más profundas.
Con una población de menos de 1.000 personas con doble nacionalidad, la estadounidense y mexicana, La Mora se ubica en un valle desértico rodeado por montañas a unos 110 kilómetros (70 millas) al sur de las ciudades fronterizas de Douglas, Arizona, y Agua Prieta, en el estado mexicano de Sonora.
Aunque muchos residentes de La Mora se identifican como mormones, también se consideran como independientes de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, comentó Cristina Rosetti, experta y catedrática de fundamentalismo mormón.
Un residente de la comunidad que habló bajo condición de anonimato por temor a represalias de los cárteles, comentó que su bisabuelo se asentó ahí a finales de la década de 1890 o principios de 1900 luego de abandonar Estados Unidos, pero fue regresado al norte de la frontera por el revolucionario mexicano Pancho Villa.
El bisabuelo no regresó, pero el abuelo del residente se volvió a mudar a La Mora en la década de 1950 junto con otras personas, agregó.
Aunque muchos de los residentes de La Mora creen en los principios del mormonismo convencional, también creen que “no deberían formar Iglesia, ni deberían estar organizados alrededor de un líder. Simplemente deberían ser mormones y vivir su vida mormona. Así son los habitantes de La Mora”, dijo Rosetti.
Algunas de las familias que viven ahí siguen practicando la poligamia, aunque otras lo dejaron de hacer hace décadas, añadió.
Austin Cloes, de Utah, que tenía familiares entre las víctimas, dijo que eran personas religiosas que creían en Jesucristo. Ninguno de los miembros de la familia que conocía practicaba la poligamia, señaló.
Las víctimas, que incluyen unos mellizos de 8 meses de edad, fallecieron en una emboscada a las tres camionetas en las que viajaban por un camino sin pavimentar en una zona remota y montañosa donde el cártel de Sinaloa ha estado involucrado en una guerra territorial. Ocho niños fueron encontrados vivos después de que se escondieron en la maleza, pero por lo menos cinco tenían heridas de bala u otras lesiones, informaron las autoridades.
Los familiares dijeron que las víctimas habían recorrido ese camino muchas veces sin problemas. Terry Langford, cuya tía fue una de las mujeres que falleció, dijo que ésta iba en camino a Phoenix para recoger a su esposo en el aeropuerto y que las otras iban a visitar a parientes en México.
Matthew Bowman, profesor adjunto de historia y religión en la Claremont Graduate University de California, dijo que comunidades como La Mora surgieron por primera vez luego de que el gobierno de Estados Unidos comenzó a procesar a los polígamos durante la década de 1870.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días respondió asentando colonias en México y Canadá.
La Iglesia abandonó la poligamia en 1890, aunque algunos de sus miembros continuaron practicándola. En la década de 1920, los líderes eclesiásticos lanzaron una campaña agresiva contra esos miembros, excomulgando a algunos y aplicando disciplina eclesiástica, comentó Bowman.
Eso provocó que algunos fundamentalistas se fueran al norte de Arizona y otros más al sur, hacia México.
Mejor conocidos que los mormones de la comunidad de La Mora son los fundadores y descendientes de la Colonia LeBarón en el estado de Chihuahua.
Alma LeBarón mudó a su familia a Chihuahua cuando la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días expulsaba a los polígamos. Tras su muerte, sus hijos establecieron la Iglesia del Primogénito de la Plenitud de los Tiempos, explicó Bowman.
En 2009, Benjamín LeBarón fue asesinado por hombres armados de un cártel en represalia por su activismo contra el crimen organizado. Su hermano menor fue secuestrado y liberado posteriormente.
A través de la endogamia durante generaciones, el apellido LeBarón se volvió común en La Mora, añadió Rosetti. Pero como el nombre de la familia está tan ampliamente relacionado con la Iglesia, los residentes de La Mora se ven a sí mismos como “mormones independientes” para destacar que no tienen una conexión con la Iglesia del Primogénito de la Plenitud de los Tiempos, explicó.
“Estas colonias se han marchitado un poco para empezar”, dijo Bowman. “Ha habido incidentes con los cárteles en las colonias en los últimos 15 años... Esto ha sido un problema por un tiempo y creo que es parte de la razón por la que muchas personas se marchan”.
Este año, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días lanzó una campaña para que la gente dejara de utilizar los nombres abreviados de la iglesia “mormón” y “LDS”.
En su explicación de la decisión de poner fin a los apodos de su fe, el presidente de la iglesia Russell M. Nelson dijo que el Señor le recalcó la importancia del nombre completo y que dejarlo fuera era una “gran victoria para Satanás”.