El gobierno de Estados Unidos hizo pública el viernes su lista de países por los que siente "especial preocupación" debido al trato que estos dan a la libertad religiosa y, como viene haciendo en los últimos años, mantuvo a Nicaragua y Cuba.
"En algunos casos, sofocan la libertad de religión o de creencias de las personas para aprovechar las oportunidades con fines políticos", dijo sobre estos gobiernos el secretario de Estado, Antony Blinken en un comunicado.
Nicaragua y Cuba han parecido en años anteriores en este listado.
En la lista están además, Myanmar, la República Popular China, Eritrea, Irán, la República Popular de Democrática de Corea, Pakistán, Rusia, Arabia Saudita, Tayikistán y Turkmenistán.
Según el anuncio de la alta diplomacia estadounidense, las acciones por las que se acusa a tales gobiernos "siembran división, socavan la seguridad económica y amenazan la estabilidad política y la paz".
EEUU alega que toma la decisión en las designaciones teniendo en cuenta los valores e intereses estadounidenses de "proteger la seguridad nacional y promover los derechos humanos en todo el mundo".
El 19 de agosto del obispo Rolando Álvarez, fue detenido en Managua, en lo que constituyó un capítulo más de las acciones del gobierno de Daniiel Ortega contra sus voces críticas.
En aquel entonces, la Policía informó en un comunicado horas después que la medida fue tomada porque el religioso "persistía con las actividades desestabilizadoras y provocadoras".
Recientemente la Comisión de EEUU para Libertad Religiosa Internacional (USCIRF), denunció la campaña de “persecución religiosa” contra sacerdotes de la Iglesia Católica en Nicaragua y pastores de otras denominaciones.
“La campaña de persecución de Ortega contra la libertad religiosa es agresiva”, dijo el congresista Mario Díaz-Balart al reseñar la expulsión del nuncio apostólico del Vaticano de Nicaragua, Monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag, en marzo, y las sucesivas capturas de sacerdotes a mediados de este año, como un momento que ha puesto en relieve la magnitud de la crisis.
El caso de Cuba
En el caso de Cuba, la designación atañe a las manifestaciones de inconformidad de la ciudadanía que han ocurrido desde el verano de 2021 cuando ocurrieron las mayores protestas de las ultimas décadas.
En respuesta a reporteros en conferencia de prensa telefónica, el portavoz de Estado, Ned Price, aseguró que entre las prohibiciones han alcanzado a la libertad de religión.
“Las autoridades cubanas aumentaron las restricciones a la libertad religiosa a través de cambios legislativos o arrestos injustos, exilio forzado y violencia contra quienes expresan creencias religiosas que el gobierno percibe como opuestas a su máxima autoridad”, dijo.
En agosto pasado, la ONG Prisoners Defenders, con sede en España, presentó un informe donde denuncia la “represión” religiosa en Cuba.
La organización denunció, tras analizar la nueva Constitución de Cuba, que entró en vigor en 2019 y determinó que ésta “ha significado un ligero paso atrás” en materia de asuntos religiosos.
En el informe 'Reforma constitucional y libertad religiosa en Cuba', tras investigar parámetros como la libertad de expresión y el derecho a la no discriminación, la organización determinó que “el Partido Comunista se ha arrogado plenas capacidades para restringir la libertad y cultos religiosos de forma arbitraria sin que haya capacidad legal de oposición”.
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