El abogado de Paul Manafort cerró su defensa del caso el martes sin llamar a nadie a testificar –ni siquiera al propio Manafort– en el juicio del exjefe de campaña de Donald Trump por evasión fiscal y fraude bancario.
La decisión de no traer a ningún testigo deja vía libre para que el jurado escuche los argumentos finales el miércoles en la mañana. Este es el primer juicio que surge a raíz de la investigación del fiscal especial, Robert Mueller.
Manafort está siendo acusado de ocultar millones de dólares en ingresos que recibió como asesor de políticos ucranianos. La defensa ha tratado de culpar de los errores financieros a su exsocio, Rick Gates. Los abogados de la defensa han dicho que Gates es un mentiroso, un fugitivo y un malversador, para tratar de socavar su testimonio.
La decisión de Manafort de no testificar y no llamar a testigos fue anunciada por su abogado, Kevin Downing, ante el jurado el martes por la tarde. Cuando el juez de Distrito de EE.UU., T.S. Ellis III, le preguntó si deseaba declarar en su defensa, Manafort respondió: “No, señor.”
La decisión se tomó después de una audiencia de más de dos horas que estuvo cerrada al público. El juez no ha dado ninguna explicación sobre por qué fue un procedimiento cerrado y sólo señaló que una transcripción de la audiencia se haría pública después de que concluya el caso de Manafort.
También el martes, Ellis rechazó una moción de la defensa que pedía que el caso fuera rechazado en los mismos términos.
Los abogados de Manafort le pidieron al juez que retirara los cargos en su contra pero se concentraron en particular sobre los cuatro cargos de fraude bancario.
El gobierno dice que Manafort ocultó al menos 16 millones de dólares en ingresos del Servicio de Rentas Internas de Estados Unidos entre el 2010 y el 2014 disfrazando el dinero como créditos y ocultándolo en bancos en el extranjero.
Después de que la fuente de ingresos de Ucrania se secara, los fiscales afirman que defraudó a los bancos mintiendo sobre su renta en aplicaciones de préstamo y ocultando otra información financiera, como hipotecas.
Los abogados de Manafort argumentaron que no hay forma de que uno de los bancos, el Federal Savings Bank, haya sido defraudado porque su presidente, Stephen Calk, sabía muy bien que las finanzas de Manafort no estaban en orden, pero de todos modos le aprobaron un préstamo. Testigos dijeron en el juicio que Calk prescindió de los préstamos porque quería un puesto en la administración Trump.
Ellis, al tomar su decisión, dijo que la defensa dio un argumento "significativo", pero finalmente dictaminó que la cuestión "es un problema para el jurado".
Los fiscales concluyeron la presentación de su caso el lunes, cerrando dos semanas de un testimonio en el que expusieron un gran volumen de evidencia documental mientras buscaban probar la culpabilidad de Manafort en 18 cargos criminales separados.
