Como parte de un plan piloto, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza empezará a registrar los datos biométricos, como escaneos faciales y oculares, de los extranjeros que cruzan la frontera por Otay Mesa, en San Diego.
El propósito a futuro es poder llevar un control de las personas a quienes se les expira su visa y se quedan en territorio estadounidense. Se estima que casi la mitad de las personas que viven sin autorización en Estados Unidos ingresaron legalmente al país y se quedaron una vez que expiraron sus visas.
El plan piloto busca revisar la precisión de las cámaras y estará en marcha hasta junio de 2016. De su efectividad dependerá que el programa se extienda, en primer lugar, a todos los cruces fronterizos por tierra.
Por años el Congreso ha demandado este tipo de controles, pero representa un enorme reto logístico y financiero para el país.
La otra controversia que enfrenta el plan es la defensa de la privacidad porque el plan podría ser vulnerable al robo de identidad.
Otay Mesa fue el cuarto puerto de entrada más transitado en la frontera el año pasado, con 14,8 millones de automovilistas y peatones ingresando a Estados Unidos desde Tijuana. El registro de peatones empezaría en febrero.