El presidente hondureño Juan Orlando Hernández se ha convertido en un “aliado incómodo” para Estados Unidos, luego de ser señalado por narcotráfico en un tribunal de Nueva York, señala un análisis del diario 24 Matins, de la agencia AFP.
La relación estrecha de Hernández con Washington, se ha visto golpeada por el recién concluido en el juicio contra su hermano, Juan Antonio “Tony” Hernández, procesado en Nueva York por tráfico de cocaína.
Luego de las consideraciones fiscales de que Tony había convertido a Honduras en un “narcoestado” y testigos aseguraron que el presidente habría recibido dinero del mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán y otros capos, a cambio de protección, las cosas cambiaron de color.
“Estados Unidos ha sido benevolente con Juan Orlando Hernández, se le privilegió como aliado en seguridad pero se volvió un aliado incómodo por el resultado del juicio en Nueva York”, dijo a la AFP el director del no gubernamental Centro de Documentación de Honduras (Cedoh), Víctor Meza.
Hernández, de 51 años, ganó su segundo mandato en 2017 en medio de denuncias de fraude y ha enfrentado denuncias de corrupción, incluido el desvío de fondos del Seguro Social que sirvieron para financiar su primera campaña presidencial, en 2013.
“Cuando se lee en el documento del juicio los testimonios de los testigos y los argumentos de la fiscalía, se involucra en el delito a toda la institucionalidad del Estado, que está al servicio de los narcotraficantes”, comentó Meza.
El presidente denunció de inmediato que fue un fallo “basado en testimonios de asesinos” que fueron extraditados por su gobierno o que se entregaron a la justicia de Estados Unidos.
Meza hizo la analogía con Colombia, que “estuvo a punto de llegar a eso (narcoestado) pero supieron actuar a tiempo y cortarlo de tajo”.
Estados Unidos y Honduras firmaron recientemente cuatro acuerdos para que el país centroamericano reciba a los migrantes extranjeros que pasen por su territorio mientras soliciten el asilo en el país norteamericano.
El político y analista Jorge Yllescas destacó que “lamentablemente el fallo en Nueva York es contra Honduras porque se implica al presidente y las instituciones del Estado, como la policía y las Fuerzas Armadas”.
Yllescas apunta como solución la renuncia del presidente y que asuma en su lugar la vicepresidenta María Antonia Rivera, quien “tiene una hoja limpia”, para luego buscar un “pacto nacional de gobernabilidad”.
Por su lado, el excanciller Ernesto Paz Aguilar vaticinó que cuando se dicte la pena contra Tony Hernández, vaticinada por muchos de cadena perpetua, “se atizará un estallido de protesta social” que podría acelerar la salida del poder del gobernante.
“Juan Orlando Hernández es un aliado necesario para (el presidente Donald) Trump pero se vuelve una amenaza” con los señalamientos de narcotráfico, destacó Paz Aguilar en el reporte de 24 Matins.