La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) lanzó recientemente el programa de Competitividad Económica en El Salvador, cuyo objetivo es inyectar dinero a las micro, pequeñas y medianas empresas del sector de alimentos y bebidas para que éstas puedan crecer y exportar sus productos.
El encargado de Negocios de Estados Unidos en El Salvador, Patrick Ventrell, inauguró el programa y dijo que El Salvador “tiene una gran oportunidad en el mercado internacional, que puede significar mayores ingresos para las empresas y agricultores que producen las materias primas y más puestos de trabajo para los salvadoreños”.
Agregó que “el gobierno de Estados Unidos busca generar esperanza y prosperidad y crecimiento en El Salvador y que esto solo es posible si se cuenta con el apoyo del sector privado y si se le apuesta al potencial del pequeño y mediano emprendedor”.
Estados Unidos ha priorizado fortalecer proyectos de desarrollo en países del llamado Triángulo Norte (El Salvador, Honduras y Guatemala) a fin de hacer disminuir las altas cifras de inmigrantes irregulares de estas naciones que llegan a la frontera sur.
En el evento también participó Mabel de Soundy, presidenta del Consejo de Administración de la Fundación Salvadoreña de Apoyo Integral (FUSAI) quien destacó el apoyo recibido y señaló que “con este proyecto esperamos que el sector de alimentos y bebidas puedan incrementar en 4,9 millones de dólares en ventas y una generación de al menos 375 empleos”.
El programa fomentará el incremento de la capacidad productiva de las empresas, a través de la compra de maquinaria y la ampliación de sus instalaciones, además de ayudarlas a cumplir las regulaciones de exportación estipuladas por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) y desarrollar nuevos productos para mercados internos y externos.
“Esto nos va a venir a ayudar a fortalecer nuestras capacidades, nuestras destrezas, nuestros conocimientos para enfrentarnos a un mundo cada vez más complicado”, externó Marvin Melgar, presidente de la empresa Melher, una de las empresas receptoras de los fondos.
Agregó que su empresa ha padecido muchas crisis desde que inició la pandemia, y también desde mucho antes, durante el conflicto armado del país, pero que esto, lejos de detenerles, les ha hecho resilientes y les ha empujado a seguir adelante como empresa.
Melgar agradeció también el apoyo del gobierno estadounidense y dijo que con ese programa invertirán en mejorar su producción para poder exportar sus productos.
Más empleos
El programa será ejecutado durante un período de 18 meses, con una inversión total de 1,5 millones de dólares, pero esto no solamente se traduce en inversión para maquinaria, sino también en más empleos.
Rafael Osegueda, uno de los empleados de la fábrica Melher, dijo que esto traerá más trabajos en diferentes sectores de la empresa.
“El hecho de que se pueda expandir el mercado hacia Estados Unidos, significa que nuestra empresa entraría en un mayor crecimiento económico y, por tanto, nos beneficiaría a nosotros como empleados”.
“Creemos que hay siempre un apoyo en la formación técnica y profesional, que nosotros como exportadores queremos conocer mejor y poder cumplir con las exigencias que ese mercado tan importante para nosotros (Estados Unidos)”, dijo Annie Hernández, gerente de producción de fábrica de Melher.
Recientemente, la vicepresidenta Kamala Harris anunció la inyección de más de 1.900 millones de dólares en nuevos compromisos con el sector privado en el Triángulo Norte para crear oportunidades económicas y prevenir la migración.
Esto se suma a otros fondos que ha donado Estados Unidos en los últimos años, mismos que han sido canalizados a través de organizaciones de la sociedad civil y que se han utilizado para programas de formación juvenil y otras iniciativas de desarrollo social.
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