En el sur de Líbano, ataques aéreos israelíes contra Hezbolá, el grupo militante apoyado por Irán, mataron a más de 350 personas e hirieron a más de mil doscientos este lunes, según las autoridades libanesas, incluyendo niños y mujeres.
Fue uno de los bombardeos más mortíferos en ese país en casi 20 años, y ha llevado miles de personas a escapar hacia el norte de Líbano.
El presidente Joe Biden, durante su reunión en la Oficina Oval con el mandatario de los Emiratos Árabes Unidos, uno de los países más poderosos de Oriente Medio, aseguró que Estados Unidos está trabajando para reducir las tensiones.
“Mi equipo está en contacto constante con sus homólogos y estamos trabajando para reducir la situación de manera que las personas puedan regresar a sus hogares de manera segura”.
Por su lado, Israel dijo que se esperan días complicados en la que será una nueva etapa de lucha destinada a impedir que Hezbolá dispare contra las comunidades fronterizas israelíes.
Más de 1300 objetivos de Hezbolá ya fueron bombardeados.
Benjamin Netanyahu, primer Ministro de Israel, envió un mensaje a los libaneses:
"Tengo un mensaje para el pueblo del Líbano. La guerra de Israel no es contra ustedes, es contra Hezbolá. Hezbolá los ha utilizado como escudos humanos durante demasiado tiempo. No permitan que Hezbolá ponga en peligro al Líbano. Por favor, salgan del peligro ahora".
Los ataques fueron el último intento de quebrar la determinación de Hezbolá y convencerlo a retirarse de la frontera con Israel, después de una semana de ataques clandestinos contra sus militantes y un bombardeo contra algunos de sus jefes.
Por ahora, ha sucedido lo contrario: Hezbolá dijo que continuará sus ataques hasta que se acuerde un alto el fuego en Gaza entre Israel y Hamás, el aliado de la milicia.
165 misiles fueron lanzados en las últimas horas, casi todos interceptados por Israel. Y según los analistas como Giora Eiland, exasesor de seguridad nacional de Israel:
“Es mejor detener esta escalada porque si no la detenemos no sólo provocará una guerra total entre Israel y Hezbolá, sino que, como muchos estiman, podría crear una guerra regional".
Estados Unidos dijo que está enviando tropas adicionales a Oriente Medio en medio de un fuerte aumento de la violencia entre Israel y Hezbolá. Un alto funcionario estadounidense dijo a la Voz de América que el número sería de “docenas” y que su tarea principal sería prepararse para una posible evacuación de ciudadanos estadounidenses en caso de que estallara una guerra regional mayor.
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