En medio de las masivas víctimas civiles en Gaza y la creciente presión internacional y nacional sobre Estados Unidos, la administración del presidente Joe Biden está intensificando los esfuerzos para persuadir a Israel de que reduzca sus operaciones militares en el enclave palestino.
El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, discutió el asunto el jueves con el primer ministro Benjamin Netanyahu y miembros de su gabinete de guerra en Israel.
La reunión es la última de una serie de compromisos recientes destinados a presionar a Israel para que pase de "operaciones de limpieza de alta intensidad" a un esfuerzo a largo plazo "más dirigido, quirúrgico e impulsado por la inteligencia" contra objetivos de alto valor e infraestructura militar específica, dijo un alto funcionario de la administración que informó a los periodistas el jueves por la noche.
El funcionario, que habló bajo condición de no ser identificado como es habitual durante las llamadas de contexto, negó los informes de prensa de que Estados Unidos había establecido un cronograma de unas pocas semanas o fin de año para que Israel reduzca su campaña. Dijo que el gabinete de guerra israelí ha informado a Estados Unidos sobre posibles plazos.
"Los israelíes tuvieron ideas para la campaña militar desde el principio, lo que nos pareció problemático", dijo el funcionario, y agregó que el presidente Joe Biden había transmitido esas preocupaciones durante su visita a Israel en los primeros días de la guerra.
A pesar de que el gobierno está pidiendo una campaña militar más limitada, el funcionario subrayó que a los líderes de Hamás no se les dará refugio. "Israel tiene derecho a perseguir a los líderes que planearon y ejecutaron los ataques del 7 de octubre", dijo.
El 7 de octubre, combatientes de Hamás irrumpieron desde la Franja de Gaza hacia ciudades israelíes cercanas, matando a 1.200 personas y tomando más de 200 rehenes. Funcionarios de salud de Gaza dicen que la respuesta militar de Israel ha desplazado al menos a 2 millones de personas y matado a más de 18.000 en la campaña más sangrienta del conflicto palestino-israelí endécadas.
Estabilidad en Cisjordania
Sullivan viaja el viernes a Ramalá para reunirse con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, para discutir la estabilidad en Cisjordania, donde la violencia contra los palestinos por parte de los colonos israelíes se ha intensificado desde la masacre del 7 de octubre.
Biden y altos funcionarios estadounidenses han advertido en repetidas ocasiones que Israel debe actuar para detenerlos. Estados Unidos ha sancionado a algunos de los perpetradores de violencia.
Sullivan también se centrará en el futuro de Gaza una vez que termine el conflicto. La administración quiere que la franja costera sea gobernada por palestinos y no sea reocupada por Israel.
"Es tierra palestina. Debería ser liderado por los palestinos", dijo el funcionario.
Una idea que se está discutiendo es el despliegue de una fuerza de seguridad dirigida por la Autoridad Palestina en Gaza. El gobierno de Biden cree que una fuerza de este tipo podría "ser capaz de proporcionar algún tipo de núcleo en muchos meses que sigan a la campaña militar general".
No está claro si Israel sería receptivo a la idea. Benny Gantz, miembro del gabinete de guerra de Israel, dijo el jueves que Israel estaba decidido a mantener el "control total de la seguridad" en Gaza.
Sullivan también discutirá la necesidad de una reforma en la Autoridad Palestina para empoderarla en el futuro gobierno de Gaza, dijo el funcionario.
Desde su creación en 1993, y particularmente desde la Segunda Intifada a principios de la década de 2000, la Autoridad Palestina ha ido perdiendo credibilidad entre el pueblo palestino, lo que ha permitido a Hamás ganar las elecciones de 2006 y expulsarlos de Gaza.
Las encuestas muestran que la mayoría de los palestinos creen que la Autoridad Palestina es corrupta y quieren que Abbas se vaya.
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