Estados Unidos se paralizó nuevamente el viernes 21 a las 9:30 de la mañana, pero esta vez para rendir homenaje a las víctimas fatales del trágico tiroteo en la escuela elemental Sandy Hook, en Newtown, Connecticut.
Según lo previsto, los últimos funerales de las víctimas de la matanza iban a realizarse este sábado.
Un país consternado por el dolor por la mayor tragedia que ha cobrado la vida de niños se puso nuevamente de pie y el viernes detuvo sus actividades para ofrecer una plegaria y un minuto de silencio.
El presidente Barack Obama ofreció un minuto de silencio en la Casa Blanca, a la hora que precisamente se realizó el fatal tiroteo.
En Connecticut y en diferentes regiones del país, se realizaron ceremonias simbólicas que estuvieron acompañadas con el repicar de las campanas, 26 campanadas en total por el número de personas inocentes que perdieron la vida a manos de un joven pistolero.
El gobernador de Connecticut, Daniel Malloy, junto a todos los empleados, salieron al pórtico del Edmond Town Hall para ofrecer también un minuto de silencio y su respeto en nombre de las víctimas.
De igual manera se realizó una ceremonia en Hartford, Connecticut, donde oficiales y personalidades dieron un campanazo nombrando a cada una de las víctimas y sus edades.
El tributo traspasó las fronteras y llegó hasta Brasil, donde un grupo de madres y familiares de las víctimas de un tiroteo en una escuela realizado el año pasado en Rio de Janeiro también pararon sus actividades para dedicar un minuto en nombre de las víctimas de Newtown, Connecticut.
Según lo previsto, los últimos funerales de las víctimas de la matanza iban a realizarse este sábado.
Un país consternado por el dolor por la mayor tragedia que ha cobrado la vida de niños se puso nuevamente de pie y el viernes detuvo sus actividades para ofrecer una plegaria y un minuto de silencio.
El presidente Barack Obama ofreció un minuto de silencio en la Casa Blanca, a la hora que precisamente se realizó el fatal tiroteo.
En Connecticut y en diferentes regiones del país, se realizaron ceremonias simbólicas que estuvieron acompañadas con el repicar de las campanas, 26 campanadas en total por el número de personas inocentes que perdieron la vida a manos de un joven pistolero.
El gobernador de Connecticut, Daniel Malloy, junto a todos los empleados, salieron al pórtico del Edmond Town Hall para ofrecer también un minuto de silencio y su respeto en nombre de las víctimas.
De igual manera se realizó una ceremonia en Hartford, Connecticut, donde oficiales y personalidades dieron un campanazo nombrando a cada una de las víctimas y sus edades.
El tributo traspasó las fronteras y llegó hasta Brasil, donde un grupo de madres y familiares de las víctimas de un tiroteo en una escuela realizado el año pasado en Rio de Janeiro también pararon sus actividades para dedicar un minuto en nombre de las víctimas de Newtown, Connecticut.