Todos los días la familia Barrera que vive en Accokeek, Maryland, sale a revisar su cultivo. Hacienda Barrera, como se llama su negocio y el cual alberga Glory Fields, cosecha una variedad de hortalizas, flores, verduras y miel.
Gloria Romano Barrera y su esposo Josué Barrera dieron inicio a este emprendimiento de manera natural, con la intención al principio de poder cultivar verduras y frutas para su propio consumo y con el tiempo, notaron que era más saludable para su familia consumir alimentos que crecían en su granja y no alguna comida procesada que compraban en el supermercado.
“Nuestro hijo mayor llegó un día de la escuela y su profesora nos dijo que al parecer tenía una alergia al tomate, eso nos pareció muy raro, ya que el consumía tomate de nuestra huerta sin ningún problema”. Es ahí cuando Gloria Romano y su esposo se dieron cuenta que lo que provocaba la reacción alérgica en su hijo no fue el tomate en sí, si nos los pesticidas y otros químicos que llevaba ese tomate.
Poco después, se dieron a la tarea de indagar un poco más sobre la tierra, la zona en donde viven, quá puede crecer y qué no, sobre todo con el propósito de poder proveer una mejor alimentación a su familia y amigos.
“No teníamos experiencia, ni yo, ni mi esposo tampoco. El único recuerdo que tengo de la agricultura es cuando visitábamos México con mi abuela y mi abuelito. Él trabajaba en los campos de alfalfa y mi abuela tenía animales. Lo recuerdo usando la hoz y no usaban ninguna maquinaria”, dice Gloria Barrera, quien a pesar de tener un recuerdo de cómo cosechar la tierra no sabía por dónde empezar y sobre todo de cómo hacerlo de una manera que no perturbara la tierra ni el medio ambiente.
Su esposo Josué Barrera y ella aprendieron con el tiempo, estudiando y ensayando, empezaron con algunas frutas y verduras como los arándanos, las fresas, tomates y lechuga y después se atrevieron a crecer tomatillos, calabaza, cilantro, chiles, entre otros.
Su más reciente aventura ha sido la miel, “me encanta cosechar miel, es realmente divertido, es emocionante porque las abejas están a tu alrededor y la miel sabe como a seda. Es increíble la forma en que sale de las colmenas”. Indica Josué Barrera.
Barrera asegura que aunque su familia más cercana al principio no creyó mucho en su iniciativa o el propósito, el mismo desafío les incentivo a seguir adelante, a pesar de algunos tragos amargos. “Hemos tenido un par de experiencias en las que la gente -y ha sido incómodo y empoderador al mismo tiempo- nos preguntan a mi esposa y a mí, ¿quiénes son los dueños? Tienen que adivinar o adivinar el nombre completo de la empresa Hacienda Barrera. Entonces, si ven los Glory Fields, no lo reconocen… Ese ha sido un elemento curioso con el que nos hemos encontrado en múltiples ocasiones”.
Parte de la motivación de la familia Barrera es promover el cultivo orgánico y cuidado de la tierra, por eso no utilizan maquinaria pesada, fertilizantes u otros productos que disturben la tierra en la que siembran. “No queremos perturbar la tierra y somos conscientes de la erosión. Somos conscientes de los gusanos debajo del suelo. Parte del trabajo lo hacemos con las manos, con los pies y usamos el rastrillo”, dice Gloria Barrera a la Voz de América.
Josué y Gloria Barrera buscan utilizar esas enseñanzas y técnicas ancestrales para sembrar y cuidar el medio ambiente, enseñar eso a sus hijos y también mandarle un mensaje a la comunidad hispana de que sean propietarios de sus propias haciendas, de sus propias tierras y puedan fomentar un cultivo sostenible que promueva la alimentación saludable.
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