El Departamento del Tesoro de Estados Unidos renovó una licencia que permite a Chevron continuar operando en Venezuela durante otros tres meses, como una exención a las sanciones contra la estatal petrolera PDVSA que buscan presionar la salida del poder del presidente en disputa, Nicolás Maduro.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos informó que emitió la licencia general número 8E que permite a Chevron, la última gran compañía estadounidense en Venezuela, operar hasta el 22 de abril del 2020.
"La licencia general no autoriza cualquier transacción o trato relacionado con la exportación o reexportación de diluyentes, directa o indirectamente, a Venezuela", según la licencia difundida la madrugada del sábado con fecha del 17 de enero.
En enero del año pasado, Estados Unidos impuso fuertes sanciones a PDVSA, que prohíben las importaciones de petróleo venezolano y las transacciones realizadas en dólares estadounidenses, una medida diseñada para privar al país de divisas y presionar a Maduro.
Las restricciones redujeron las exportaciones de petróleo de Venezuela en un 32% el año pasado, pero Maduro, que conserva el apoyo de la Fuerza Armada y controla PDVSA, se ha mantenido en el poder.
Chevron, que ha estado en Venezuela durante casi 100 años y ha mantenido a unos 300 empleados directos, es socio minoritario en Petropiar y Petroindependencia, una empresa conjunta en la faja del Orinoco, como también en Petroboscán y Petroindependiente en el oeste de Venezuela. PDVSA posee la mayoría accionaria en los proyectos.
La producción venezolana de petróleo y gas de la compañía estadounidense ronda unos 70.000 barriles por día (bpd), reportan los datos más recientes dados por una fuente de Chevron.
El Departamento del Tesoro también renovó licencias por tres meses hasta el 22 de abril a las empresas de servicios Halliburton Co, Schlumberger, Baker Hughes y Weatherford International. Las cuatro empresas de servicios de campos petroleros han cesado en gran medida sus operaciones en el país miembro de la OPEP.
Un portavoz de Chevron declinó comentar el asunto. Los representantes de Baker Hughes, Halliburton y Schlumberger no estuvieron disponibles de inmediato.
La extensión fue una victoria para algunos funcionarios de la administración de Donald Trump, como el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, que considera valioso mantener la compañía en Venezuela, país que posee las mayores reservas de petróleo del mundo.
La compañía registró una pérdida de 104 millones de dólares en sus operaciones en Venezuela durante los primeros nueve meses del 2019. La empresa perdería unos 2.700 millones de dólares en activos si fuera necesario abandonar el país, dijo Chevron.
Un cargamento de 1 millón de barriles de crudo venezolano enviado por Chevron estaba reprogramado este mes en el terminal petrolero de Jose, en el este del país, según documentos internos de PDVSA vistos por Reuters.
La operación no entraría en conflicto con las sanciones mientras los ingresos por venta se destinen al pago de deudas pendientes y los fondos sean utilizados para cubrir los costos del proyecto, según tres fuentes de empresas mixtas.
El Tesoro además emitió una licencia que permite algunas transacciones relacionadas con el bono 2020 de PDVSA después del 22 de abril de este año, que está respaldado en acciones de la refinería estadounidense Citgo Petroleum Corp, propiedad de PDVSA. De esta manera, congela, antes de la fecha o por unos tres meses, cualquier acción de los bonistas contra Citgo.
La mitad de las acciones de Citgo se comprometieron como garantía para el bono 2020 de PDVSA.
En enero, Estados Unidos sancionó a PDVSA en un intento por forzar la salida de Maduro. Pero le otorgó a Chevron Corp una licencia de seis meses para operar, que ha sido renovada en dos oportunidades por un lapso de tres meses.
Washington apoya al líder opositor Juan Guaidó, que en enero de 2019 se proclamó como presidente encargado al alegar que la reelección de Maduro fue ilegítima.