Estados Unidos ordenó la expulsión de dos diplomáticos de la misión de Cuba en las Naciones Unidas, "por abusar sus privilegios de residencia", e impuso restricciones de viaje a los miembros de la misión permanente de Cuba en la ONU.
La acción ocurre a pocos días del inicio de la Asamblea General, a la que asisten mandatarios de todo el mundo.
La portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, dijo en un comunicado que los diplomáticos cubanos intentaron “conducir operaciones de influencia contra Estados Unidos”.
En su cuenta de Twitter, la portavoz estadounidense compartió el comunicado, con un mensaje en el que dice:
"Después de que 2 miembros de la misión de la ONU en Cuba participaran en actividades perjudiciales para la seguridad nacional de EE.UU., les pedimos que abandonaran EE.UU. Los miembros de la misión de Cuba en la ONU también están restringidos a permanecer en Manhattan. Nos tomamos en serio todos y cada uno de los intentos contra la Seguridad Nacional de EE.UU.¨, escribió Ortagus
El ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez calificó de "injustificada" la expulsión y la limitación de movimiento al resto de la misión cubana en la ONU, y dijo que las acusaciones estadounidense son "una vulgar calumnia". Señaló que la acción busca el cierre de las embajadas de ambos países y el endurecimiento del bloqueo.
Se desconoce la identidad de los diplomáticos expulsados o sus cargos. La misión de Cuba en la ONU tiene 16 funcionarios.
La 47 Asamblea General de la ONU, se inició el 17 de septiembre y concluirá el 30 del mismo mes. Al debate general, que comienza el martes 24 de septiembre se espera que asista el presidente cubano Miguel Díaz Canel.
Desde 1992, cada año, la Asamblea General aprueba un texto que no tiene carácter vinculante, pero en el que se insta a EE UU a acabar con el embargo contra Cuba.
Las relaciones entre Cuba y Estados Unidos se han deteriorado durante el gobierno del presidente Donald Trump, que restringió los viajes a la isla y le impuso nuevas sanciones económicas.
En octubre de 2017 la administración Trump expulsó a 15 funcionarios de la embajada de Cuba en Washington, como respuesta a los daños sufridos por 21 diplomáticos estadounidenses en La Habana, que en ese momento se atribuyeron a unos "ataques de tipo sónico" de origen desconocido.
El origen de los ataques hasta ahora no se ha esclarecido. Cuba ha desmentido haber perpetrado los ataques.