El expresidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo el lunes que "necesitamos respuestas" sobre la extensión de los contactos entre el equipo del presidente Donald Trump y el gobierno ruso, y no descartó la idea de que sea necesario nombrar un fiscal especial para que realice una investigación.
Bush, un exmandatario republicano, también defendió el papel de los medios de comunicación para mantener a los líderes mundiales bajo control, destacando que "el poder es adictivo", y advirtió contra políticas de inmigración que podrían alienar a los musulmanes.
"Yo estoy a favor de una política de inmigración abierta y que respete la ley", dijo Bush en el programa "Today" de NBC.
El comentario del expresidente tuvo lugar después de que el importante legislador republicano Darrel Issa, representante por California, exhortara a nombrar un fiscal especial para investigar si Rusia interfirió en las elecciones presidenciales de 2016 y estuvo en contacto con altos asesores de Trump durante la campaña.
Bush dijo que confiaría en que el presidente de la Comisión de Inteligencia del Senado, Richard Burr, decida si es necesario nombrar un fiscal especial. Pero, añadió: "Creo que todos necesitamos respuestas...No estoy seguro del camino correcto a seguir. Estoy seguro, sin embargo, de que la interrogante necesita ser respondida".
El expresidente Bush, quien está promoviendo un libro de sus pinturas de veteranos heridos, también criticó la afirmación de Trump sobre la prensa, a la que llamó "enemiga del pueblo". Dijo que Estados Unidos no logrará convencer a los gobiernos autoritarios, incluida Rusia, de que abran sus gobiernos al escrutinio de los medios si los líderes estadounidenses tratan de desacreditar a su propia prensa.
"Necesitamos medios independientes para asegurar que gente como yo respete las reglas. El poder puede ser muy adictivo y puede ser corrosivo. Y es importante que la prensa denuncie a la gente que abusa su poder, sea aquí o en cualquier parte".
Sobre la inmigración y el reciente intento de Trump de prohibir el ingreso de viajeros de siete países de mayoría musulmana, Bush advirtió que si Estados Unidos congela el ingreso de visitantes de otros países y se aisla, eso solo hará más difícil combatir al grupo Estado Islámico y otros extremistas extranjeros.
"Creo que es muy difícil librar la guerra contra el terrorismo si estamos en retirada", dijo.
