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Empleos: nueva fórmula republicana


Uno de los grandes puntos de fricción ha sido que Obama quiere que los millonarios paguen más impuestos.
Uno de los grandes puntos de fricción ha sido que Obama quiere que los millonarios paguen más impuestos.

Senadores republicanos dan a conocer una contrapropuesta a la del presidente Barack Obama para crear nuevas fuentes de trabajo.

Después de haber rechazado en el Senado el plan del presidente Barack Obama para crear nuevas fuentes de trabajo, los legisladores republicanos han dado a conocer su propia fórmula, que excluye por completo las propuestas de la Casa Blanca.

La receta de los senadores republicanos, que lleva por nombre "Ley de Empleos mediante el Crecimiento", se fundamenta en una reforma del código fiscal, menos regulaciones del gobierno a las empresas, y una expansión de la exploración petrolera con la intención de fomentar empleos.

Uno de los defensores de la iniciativa, el senador John McCain, repitió lo que ha sido una constante en el arsenal de argumentos de los republicanos, que sostienen que ni el gobierno ni un aumento en el gasto público generan más trabajos. "Nosotros creemos que las empresas y el crecimiento crean empleos", dijo.

Para el senador Rob Portman, de lo que se trata es de propiciar condiciones para estimular la creación de empleos, por el contrario “al enfoque endulzado y a corto plazo” que a su juicio defiende Obama y que sencillamente --dijo-- “no ha funcionado”.

Como parte de su contrapropuesta, los republicanos han incluido la exigencia de que se regule por ley la obligación de que el país tenga un presupuesto balanceado.

Uno de los ingredientes de la propuesta republicana que podría suscitar apoyo entre los demócratas es el de que se permita a las corporaciones estadounidenses repatriar alrededor de $1.400 millones de dólares en utilidades que se quedan en otros países debido a las actuales altas tasas tributarias que pesan sobre ellas.

Aunque ambos partidos respaldan una reforma del código fiscal para suprimir deducciones y recomponer los gravámenes que pagan los estadounidenses y sus negocios, la mayor discordia entre republicanos y demócratas la sigue suscitando el declarado deseo de estos últimos de elevar los impuestos a los más ricos.

El punto muerto en la búsqueda de consenso entre unos y otros en el Congreso ha estado mayormente en que el presidente Obama quiere incrementar el gasto en obras públicas, reducir los impuestos sobre las nóminas laborales, y elevar la tasa tributaria que se aplica a los millonarios.

La oficina del presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, dijo este jueves que el congresista había hablado por teléfono con Obama sobre el plan presentado por los senadores de su partido.

Según el comunicado, Boehner hizo saber al presidente que los republicanos están dispuestos a discutir los gastos en inversiones de transporte e infraestructura propuestos por la Casa Blanca a fin de crear empleos, pero de una manera “fiscalmente responsable”.

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