La candidata demócrata a la presidencia, Hillary Clinton, dijo que no tiene pensado visitar México antes de la elección de noviembre.
Su oponente republicano, Donald Trump, estuvo allí la semana pasada luego de aceptar una invitación que el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, hizo a ambos candidatos para discutir las relaciones entre los dos países vecinos.
Clinton dijo a la cadena ABC News que en lugar de viajar a México se enfocará en crear empleos en casa. Horas antes se había referido al encuentro entre Peña Nieto y Trump, como un “incidente internacional vergonzoso”, señalando que Trump no supo cómo hablar efectivamente a un jefe de Estado.
Clinton expresó también preocupación por los "informes creíbles" sobre la interferencia del gobierno ruso en las elecciones de Estados Unidos.
En declaraciones a periodistas que viajan con ella en su nuevo avión de campaña —un Boeing 737 en el que por primera vez ha permitido que periodistas la acompañen— la nominada presidencial demócrata dijo que un ataque ruso al sistema electoral de Estados Unidos "es casi impensable", pero agregó que Washington "necesita dejar claro que no va a permitir interferencias con las decisiones del pueblo estadounidense".
La candidata, afectada por una irritación de la garganta, visitó el lunes un festival por el Día del Trabajo, en Cleveland, Ohio pero estuvo apoyada en otros lugares por otros voceros de su campaña: su compañero de boleta ,Tim Kaine, y el vicepresidente Joe Biden se presentaron en Pittsburgh, Pennsylvania; el expresidente Bill Clinton estuvo en Detroit; y el exrival demócrata de Clinton, Bernie Sanders, en New Hampshire.