El gobierno del presidente Barack Obama ha concluido que, contrario a lo que había planeado, debe oponerse a una resolución de la ONU que critica el embargo económico contra Cuba.
Un funcionario cercano al proceso de negociación de la resolución indicó que el borrador del documento en su forma actual "no refleja completamente" el nuevo espíritu de reconciliación entre Washington y La Habana.
Según la agencia AP, el funcionario que pidió no ser identificado, dijo que existe la posibilidad de que Estados Unidos cambie su posición, en el caso poco probable de que Cuba enmiende el texto.
Funcionarios estadounidenses esperaban un compromiso que pudiera permitirles abstenerse de votar, un paso sin precedentes que enfrentaría al gobierno de Barack Obama y el organismo mundial con el Congreso de mayoría republicana, que se ha negado a rechazar el embargo impuesto hace 54 años.
La votación en la Asamblea General de la ONU es el 27 de octubre y Cuba ganará en forma abrumadora.
Esas resoluciones no son obligatorias, pero el rito anual sirve para destacar el extraordinario aislamiento de Washington sobre el tema y resalta la ilegitimidad del embargo.
El año pasado el resultado de la votación fue de 188 a 2, con solo Israel y Estados Unidos votando en contra.