La Casa Blanca defendió este viernes su política de deportaciones luego de que candidatos presienciales demócratas y líders del Congreso criticaron como inhumana un planeado operativo para detener y deportar a inmigrantes centroamericanos indocumentados.
El plan a realizarse a lo largo de un mes a partir de los próximos días fue anunciado por las autoridades de inmiración.
El vocero de la Casa Blanca Josh Earnest reconoció que el operativo es consistente con la política del presidente Barack Obama de deportar a delincuentes y a inmigrantes que han cruzado la frontera ilegalmente después del primero de enero de 2014.
Earnest aclaró que "nadie será removido si tiene una apelación pendiente de asilo o cualquier otra forma de alivio humanitario", pero agregó que "si esto sirve para desalentar a la gente de que considere hacer esta jornada, sería una buena cosa".
Las redadas planeadas son una respuesta a un nuevo aumento del número de ingresos de inmigrantes centroamericanos indocumentados, especialmente madres e hijos a través de la frontera sur del país.