La historia de Guatemala está marcada por el sufrimiento de cientos de familias que perdieron a uno o más de uno de sus miembros en la violencia ejercitada por gobierno dictatoriales, una época que recorrió gran partes de las décadas de 1980 y 1990.
En este contexto empezó el camino de activismo de Aura Elena Farfán, una enfermera guatemalteca y una de las fundadoras y directora ejecutiva de FAMDEGUA (Familiares de Detenidos y Desaparecidos de Guatemala), una organización con sede en Ciudad de Guatemala, enfocada en la ayuda a familiares sobrevivientes de desaparecidos durante esa época a manos del gobierno.
Farfán es una de las galardonadas con el Premio Internacional de Mujeres de Coraje que anualmente otorga el Departamento de Estado de EE.UU. y que reconoce la valentía y el liderazgo femenino en su defensa por la paz, la justicia, los derechos humanos, la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.
La Voz de América entrevistó a la señora Farfán, vía telefónica desde Guatemala, debido a que problemas de salud le impidieron recoger el premio en la ceremonia que se realizó la semana pasada en Washington, D.C.
“Estoy muy agradecida por el reconocimiento y me alegra formar parte de este grupo de mujeres premiadas. Estoy muy orgullosa del trabajo que he hecho durante 34 años ayudando a encontrar los restos de tantos desaparecidos y ayudar a sus familias a recuperar la paz y darles una sepultura digna”, remarcó Farfán.
La labor de esta activista es totalmente altruista y junto a otras mujeres como ella dedican su tiempo y esfuerzo a esta tarea. En su relato, a momentos, la voz se le quiebra y recuerda.
“Hemos encontrado restos en cementerios clandestinos ubicados en cuarteles militares, ese fue el caso de la zona militar número 21 donde se hallaron los restos de 565 víctimas”, dice Farfán.
Ella y su familia vivieron esta tragedia de manera directa por la desaparición de su hermano Ruben Farfán, desaparecido cuando fue detenido por las autoridades en su trabajo en la Universidad de San Carlos.
“Esta pérdida fue muy difícil, sobre todo para mi madre, porque desde que se lo llevaron nunca más supimos nada de él. A veces recibíamos algunas pistas pero se disipaban y volvíamos a la angustia de no encontrarlo”, dice esta mujer de coraje.
En 2016 y luego de un arduo, difícil y a veces peligroso trabajo, Farfán y su organización junto a otras de derechos humanos, lograron la detención de varios altos mandos militares, en ese momento ya en condición de retiro. Sin embargo, el caso aún no fue juzgado. Aun así, Aura Elena dice que es un gran paso.
“En ese momento tuvimos sentimientos encontrados, no es venganza y no es satisfacción, pero es bueno sabe que estos hombres estén detenidos porque cuando ellos tuvieron el poder y mandaban fuimos nosotros los que sufríamos. Sus acciones no tiene perdón”, enfatiza Farfán.
Esta activista que recibió muchos reconocimientos internacionales, entre ellos el de la revista Time como una de las personas más influyentes en el año 2015, advierte que pese al camino recorrido y a los resultados hasta ahora, todavía hay mucho camino por delante.
“Todavía tenemos mucho por hacer, hay casos por esclarecer, y espero que mi quebrantada salud me permita seguir luchando. Mi mayor deseo es lograr la captura de los autores intelectuales y materiales del denominado “Diario Militar”, afirma la activista.
Ella se refiere a un expediente que consigna la desaparición de 183 víctimas, entre ellas su hermano Rubén.
El premio “Mujer de Coraje” del Departamento de Estado será entregado a la señora Aura Elena Farfán el 16 de abril en ceremonia especial que se realizarán en la Embajada de EE.UU. en Ciudad de Guatemala y será oficialmente una de las más de 120 mujeres de 65 países galardonadas desde el inicio del programa en 2007.