Cindy Sheehan, una estadounidense cuyo hijo murió en la guerra de Irak y que en 2005 ocupó los titulares de la prensa por acampar en protesta cerca del rancho en Texas del entonces presidente George W. Bush, viajó a La Habana para apoyar al gobierno cubano.
Sheenan está en la isla para participar en un foro de solidaridad con los cinco agentes cubanos arrestados en EE.UU. en 1998 y luego juzgados y condenados por espionaje.
El jefe de la red, Gerardo Hernández, fue sentenciado a cadena perpetua por su complicidad además en la muerte de cuatro civiles que iban a bordo de dos avionetas derribadas en aguas internacionales en 1996 por dos aviones de guerra cubanos.
Según el gobierno de la isla, sus agentes vigilaban en el sur de Florida a los grupos de exiliados anticastristas, pero su misión en verdad era infiltrar bases militares estadounidenses, entre ellas el Comando Sur asentado en Miami.
La prensa cubana informó que Sheehan encabezará una marcha en la provincia de Holguín, en el oriente de las isla, en la que participarán unas 15 mil mujeres contra la guerra y a favor de los cinco espías, que La Habana califica de héroes.
El mes pasado uno de los cinco agentes, René González, fue excarcelado luego de pasar más de una década en la cárcel y actualmente cumple tres años de libertad condicional en territorio de EE.UU.
Sheehan ya estuvo en Cuba en 2007, cuando hizo un recorrido hasta cerca de la Base Naval de EE.UU. en Guantánamo, en el extremo oriental de la isla, para demandar el cierre de la prisión donde militares estadounidenses mantienen a presuntos terroristas de al-Qaeda.
