Estados Unidos, Japón y Corea del Sur advirtieron a Corea del Norte de que podría enfrentar "graves consecuencias" si sigue aferrada a su política de provocaciones contra sus vecinos del sur.
Así lo afirmó el ministro de Relaciones Exteriores surcoreano, Kim Sung-Hwan, al término de una reunión en Washington con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y con el canciller de Japón, Seiji Maehara.
En una rueda de prensa conjunta, Clinton dijo que China puede jugar un papel especial para influir en el comportamiento de Corea del Norte considerando sus fuertes e históricos vínculos con el régimen de Pyongyang.
Los tres países pidieron a Pekín que haga pesar su influencia a fin de modificar el comportamiento “beligerante” y “provocativo” de Corea del Norte.
Según un comunicado difundido poco antes por la Casa Blanca, el propio presidente Barack Obama instó al mandatario chino Hu Jintao a enviar un "mensaje claro" a Corea del Norte de que el bombardeo del pasado 23 de noviembre contra territorio surcoreano y otras provocaciones son "inaceptables".
La Casa Blanca precisó que el pedido de Obama fue hecho mediante una llamada telefónica que le hizo a Hu a última hora del domingo para dialogar sobre ese y otros asuntos.
"El presidente insistió en la necesidad de que Corea del Norte termine con su comportamiento provocador y cumpla con sus obligaciones internacionales, en particular la declaración del Grupo de los Seis en 2005", indicó el comunicado.
En Pekín, la cancillería china declaró que el presidente Hu había insistido durante su conversación telefónica con Obama en la necesidad de dar una respuesta calmada y racional a la crisis.
El mandatario chino advirtió de la posibilidad de que las tensiones “escapen a todo control si no se administran correctamente".
Corea del Sur ha amenazado con responder con ataques aéreos si Pyongyang vuelve a atacarla, y el ejército surcoreano está realizando nuevas maniobras militares en el área.
En otra demostración de apoyo de Washington a Seúl, el almirante estadounidese Mike Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de EE.UU., tiene previsto viajar esta semana a Corea del Sur para reunirse con el alto mando militar de ese país.