Uno de los legisladores demócratas más influyentes en Washington, el senador hispano Robert Menéndez, dijo sentirse poco optimista de que se apruebe una reforma migratoria integral cuando comience a sesionar la próxima legislatura en enero.
Durante una teleconferencia con líderes hispanos, Menéndez, un ferviente defensor de la reforma, recordó que en la próxima sesión legislativa los republicanos disponen de una mayoría en la Cámara de Representantes, lo que implica que será necesario un esfuerzo bipartidista.
Menéndez considera que la sesión transitoria del Congreso de ahora hasta enero podría ser "la mejor oportunidad" para aprobar una reforma migratoria, porque algunos legisladores estarían en condiciones de apoyarla al sentirse libres de la presión electoral.
Según el legislador cubanoamericano, de no poder ser así los intentos por aprobar la reforma deberían concentrarse en los asuntos pendientes en el Capitolio.
Durante su campaña en busca de la reelección por el estado de Nevada, el actual líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Harry Reid, prometió que en lo que queda de año sometería a consideración del pleno la denominada Dream Act.
La ley daría estatus legal a miles de estudiantes indocumentados con excelentes calificaciones en sus estudios y que ingresaron con menos de 16 años a Estados Unidos.
El Dream Act concedería residencia temporal a los jóvenes indocumentados, quienes una vez graduados de la universidad o después de haber ingresado en las Fuerzas Armadas podrían solicitar la ciudadanía.
“Soy un gran partidario del Dream Act, y si es lo único que puede lograrse lo apoyo claramente”, dijo Menéndez.
De acuerdo con el Instituto para la Política Migratoria, la aprobación de este proyecto de ley permitiría la legalización de unos 825 mil estudiantes indocumentados.