El presidente Barack Obama anunció haber logrado un acuerdo tentativo con los republicanos que incluye la extensión de los recortes impositivos a partir del próximo primero de enero para todos los contribuyentes.
"Durante los próximos dos años, cada familia estadounidense conservará sus alivios fiscales", dijo Obama
Originalmente, el presidente se había opuesto a extender las rebajas tributarias a los constribuyentes más adinerados, que constituyen el dos por ciento de la población, y sólo quería hacerlo para aquellos que ganan menos de 200 mil dólares, y para las familias con ingresos de hasta 250 mil dólares anuales.
Obama indicó que el plan “no es perfecto”, pero justificó la medida a la que previamente se había opuesto con tal de impedir según dijo que la clase media se convierta en una víctima colateral del conflicto político en Washington.
“Este acuerdo es un paso esencial en el camino de la recuperación. Impedirá que los impuestos de la clase media sigan subiendo. Llevará al sector privado a crear millones de nuevos empleos, y le dará un impulso tan necesario a la economía", dijo.
Además de extender los recortes fiscales, el acuerdo también renueva los subsidios ya expirados que recibían más de dos millones de desempleados, y otorga a millones de estadounidenses una reducción por un año de los impuestos del Seguro Social.
El pacto incluye además alivios impositivos para negocios que de acuerdo con el presidente contribuirán a que la economía se recupere de la peor recesión sufrida en ocho décadas.
“Haber permitido un aumento tributario hubiera hecho subir en 3.000 dólares los impuestos que paga una familia promedio en el país, y muy bien le hubiera podido costar más de un millón de empleos a la economía”, dijo Obama.