El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, arribó a Pakistán el miércoles, en un momento en que las relaciones bilaterales se han deteriorado como nunca.
La semana pasada, Estados Unidos canceló un pago de 300 millones de dólares del Fondo de Apoyo de la Coalición, y durante el viaje, a bordo del avión, Pompeo anunció el nombramiento de una figura rechazada en Pakistán, Zalmay Khalilzad, como nuevo asesor especial sobre la reconciliación en Afganistán.
Pompeo dijo que quería “recomponer” las relaciones con Pakistán, pero el nombramiento de Khalilzad podría complicar la tarea.
“Ha sido muy crítico de Pakistán en el pasado y su nombramiento no ayudará a adelantar las cosas”, dijo el analista de defensa Zahid Hussain, autor de dos libros sobre las milicias en la región.
Khalilzad, nacido en Afganistán, fue enviado especial al país en 2001-2003 y embajador en 2003-2005.
Ha criticado con frecuencia a Pakistán y atribuido el deterioro de la seguridad y la extensión del caos en Afganistán a las fuerzas armadas y de inteligencia paquistaníes, a las que acusa de refugiar y ayudar a los insurgentes del Talibán.
Durante su visita a Pakistán, prevista para durar algunas horas, Pompeo espera reunirse con el nuevo primer ministro Imran Khan, el poderoso jefe del ejército Qamar Javed Bajwa y el canciller Shah Mehmood Quereshi.
Se anticipa que los temas principales en discusión serán Afganistán y las perspectivas de un fin negociado a la guerra. Posteriormente, Pompeo partirá hacia la India.