La firma estadounidense Boeing decidió suspender todos los vuelos de prueba de su tan esperado "Dreamliner" 787, después que uno de los aviones sufrió un incendio a bordo y se vio obligado a hacer un aterrizaje de emergencia en Texas.
El hecho ocurrió cuando el vuelo de prueba, originado en Yuma (Arizona), se acercaba a su destino final en Laredo (Texas), y de repente la cabina del aparato se llenó de humo.
En el avión, uno de los seis utilizados por Boeing para los ensayos, viajaban entre ingenieros y funcionarios de la aviación civil un total de 42 personas, que tras el aterrizaje fueron inmediatamente evacuadas de la nave.
Según expertos, el humo pudo haber tenido origen en una variedad de factores, incluyendo el cableado, las luces y otros sistemas electrónicos del avión.
Pero la Boeing dijo que tomará algún tiempo determinar las causas del contratiempo, y mientras no concluyan las investigaciones todos los modelos de prueba del 787 permanecerán en tierra.
La compañia no dijo si el incidente retrasará la entrega de aviones al primer cliente del “Dreamliner”, la aerolínea japonsa All Nippon Airways, prevista para el primer trimestre del año próximo.
El Boeing 787, un avión liviano, de alta eficiencia en el consumo de combustible, ha generado gran expectativa en el mercado y un número impresionante de pedidos, pero su producción ha estado plagada de retrasos por problemas de ingeniería y también laborales.
La firma ha recibido pedidos por más de 800 de estos aviones, un número sin precedentes para aparatos todavía en etapa de desarrollo. El 787 está cotizado entre 150 millones y 205 millones de dólares.
La suspensión de los vuelos de prueba le da un respiro al A-350, un aparato desarrollado por la firma aeronáutica europea Airbus precisamente para competir con el “Dreamliner”. Se espera que el A-350 esté operativo en 2013.