Estados Unidos insiste en que se van a seguir “utilizando las herramientas diplomáticas y económicas” en contra del ejecutivo de Nicaragua liderado por Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, al considerar que su gobierno “no cuenta con un mandato democrático” para liderar al país centroamericano.
“En el día de ayer, 10 de enero, Ortega y Murillo se autoproclamaron en la jefatura de un gobierno que no cuenta con un mandato democrático para gobernar”, declaró Emily Mendrala, subsecretaria de Estado Adjunta de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental en el Departamento de Estado de EE. UU., durante una conferencia de prensa telefónica.
Sobre la participación de una representación del Gobierno de México en la toma de posesión de Ortega y Murillo, la subsecretaria Mendrala evitó hacer valoraciones sobre esta presencia y se limitó a afirmar que Estados Unidos nunca participaría en un evento así por los “abusos de normas democráticas” por parte de Managua.
“Nosotros de nuestra parte no participaríamos en un evento como el de ayer porque sigue a varios meses de abuso de normas democráticas, sigue elecciones falsas, ilegítimas, en noviembre y sigue acciones de cerrar espacio para la oposición, de participar, de los medios independientes de ejercer su derecho a la libertad de expresión”, afirmó.
Desde Managua, la vicepresidenta Murillo ha reiterado que este mandato está dedicado al "bien común" donde el "pueblo es presidente".
"Trabajo, paz y bien común, en un modelo que es de democracia protagonista, fraternal, complementaria, solidaria, en un modelo de democracia donde el pueblo es presidente", dijo Murillo a un medio oficialista la pasada semana.
"Hemos vencido la maldad, el odio, hemos vencido la discordia, el conflicto, la separación, hemos vencido al demonio, y todos sabemos cómo se manifestó el demonio en aquellos días aciagos porque hemos vencido y reinstalado", afirmó Murillo.
Críticas al “simulacro electoral” en Nicaragua
El mandatario nicaragüense y su esposa tomaron posesión en un acto de juramentación que ha sido muy criticado por la comunidad internacional, entre ellos por Washington, al señalar que los comicios presidenciales fueron “ilegítimos” por no contar con todas las garantías democráticas.
“Fue un simulacro electoral que no resultó ser ni libre ni justo y claramente tampoco democrático”, manifestó la alta funcionaria del Gobierno de Joe Biden. Ante este panorama, advirtió al Ejecutivo de Managua que la Casa Blanca utilizará todos los recursos disponibles para presionar a Ortega y Murillo y así estar al lado del pueblo de Nicaragua.
Apoyo de la comunidad internacional
“Hemos utilizado y seguiremos utilizando las herramientas diplomáticas y económicas con las que contamos para apoyar los reclamos del pueblo nicaragüense, que son mayor libertad, rendición de cuentas y elecciones libres y justas”, expresó, asegurando que cuentan con el apoyo de “numerosos socios con visiones afines en la región y en el resto del mundo que apoyan los valores democráticos”.
“Estados Unidos sigue tan decidido como siempre al restablecimiento de la democracia en Nicaragua. Otros países de la región y de la comunidad internacional se han sumado a nuestros esfuerzos para apoyar al pueblo de Nicaragua y llevarles la esperanza de que podrán elegir a sus líderes a través de elecciones libres y justas”, sostuvo.
Mendrala subrayó que la población del país centroamericano “aspira a tener un gobierno que respete la voluntad del pueblo y el proceso democrático”, algo que, a su juicio, no se está dando a pesar de los compromisos adoptados por parte de Daniel Ortega.
“Temor” por la voluntad del pueblo
“El Gobierno nicaragüense, al igual que otros gobiernos de las Américas, asumió un compromiso democrático con sus ciudadanos conforme se establece en la Carta Democrática Interamericana”, dijo recordando que “Nicaragua se incorporó a la Carta Democrática Interamericana hace 20 años con la determinación de que sus ciudadanos tuvieran el derecho a la democracia”.
“Ortega y Murillo no han honrado este compromiso. Han preparado una elección sin ninguna credibilidad, han silenciado y detenido a un grupo de opositores y, en última instancia, han realizado acciones para instaurar una dinastía autoritaria que no rinde cuentas con el pueblo nicaragüense”, agregó al respecto.
Según Mendrala, esas acciones obedecen al “profundo temor” que tiene Daniel Ortega sobre “la voluntad del pueblo nicaragüense”.
“La familia Ortega y Murillo perdió el apoyo popular hace mucho tiempo y en el presente ya no tiene mandato democrático. Ahora gobiernan Nicaragua como autócratas represivos”, dijo.
La liberación de los opositores encarcelados, el primer paso
Con todo, lamentó que “el régimen de Ortega y Murillo sigue manteniendo a presos políticos en condiciones deplorables” por manifestarse en contra del actual Gobierno nicaragüense, por lo que instó al presidente a liberarlos inmediatamente.
“Muchos de ellos han estado incomunicados durante meses, sin acceso a sus familias, a representación legal ni a los medicamentos que necesitan. Instamos al régimen de Ortega y Murillo a liberar de manera inmediata e incondicional a quienes han sido encarcelados injustamente por pronunciarse contra los abusos”, manifestó.
Sobre eso, Mendrala aseguró que “la liberación de los presos políticos sería un primer paso concreto para demostrar el compromiso por el restablecimiento de la democracia en el país”.
Funcionaria estadounidense destaca Ley Renacer
Sobre la Ley de Reforzamiento de la Adherencia de Nicaragua a las Condiciones para la Reforma Electoral, conocida popularmente como Ley Renacer, la alta funcionaria recordó que hay “una coalición bipartidista” en el Congreso de Estados Unidos que “tiene un compromiso fuerte con el pueblo de Nicaragua” para restablecer la democracia en el país.
“Ellos están comprometidos para darnos más herramientas para motivar cambios y una retoma de la democracia en Nicaragua. Estamos estudiando las herramientas contenidas en la ley Renacer y cómo podemos aplicar las herramientas nuevas que el Congreso de Estados Unidos nos ha dado”, dijo sin mencionar si eso afectaría de alguna manera al CAFTA (Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos).
La grave crisis política, social y económica en la nación centroamericana está obligando a que muchos nicaragüenses emprendan un peligroso viaje hasta Estados Unidos. Costa Rica ha visto un aumento de nacionales del país vecino con la llegada de medio millón de nicaragüenses, según el Departamento de Estado. Mendrala aseguró que la Casa Blanca está trabajando con el gobierno de Costa Rica, con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y otras organizaciones con el objetivo de hacer “crecer la capacidad de proveer ayuda humanitaria y protección a los que lo requieran”.
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