El "inminente" regreso a la mesa de negociación entre el gobierno y la oposición de Venezuela cuenta, en principio, con el visto bueno de Estados Unidos, que hace parte principal del diálogo a consecuencia de las sanciones impuestas sobre el gobierno de Nicolás Maduro.
Ned Price, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, dijo en la tarde del miércoles que la prioridad para el gobierno es “apoyar las aspiraciones democráticas del pueblo de Venezuela a quienes el régimen de Maduro les ha negado sistemáticamente esos derechos”.
“Creemos que en un regreso a la Ciudad de México -o un regreso a la mesa de negociación- el régimen y la Plataforma Unitaria estarían en condiciones de avanzar en lo que son las aspiraciones del pueblo venezolano de ver consagrados esos derechos, ver protegidos esos derechos, y para ver esos derechos restaurados”, comentó Price.
Sin embargo, a pesar de la bienvenida al diálogo, el representante del Departamento de Estado adelantó que hasta no ver avances en el restablecimiento de los derechos su postura “no cambiará” y “nuestra política de sanciones se mantendrá”.
Las delegaciones que representan a Maduro y a la oposición no lograron avanzar el pasado año en los acuerdos para poner fin a la crisis política del país, que avivó una ola migratoria de más de 7 millones de personas. En octubre de 2021, la delegación oficialista se retiró de la mesa en reclamo por la extradición del empresario colombiano Alex Saab.
“Las políticas del régimen de Maduro, y esto está evidenciado en todo el mundo, han generado malas condiciones económicas, políticas, y de derechos humanos en Venezuela”, dijo Price.
En las conversaciones, facilitadas por Noruega, se abarcarán las elecciones presidenciales, el estatus de cientos de presos políticos, las sanciones de Estados Unidos y un "acuerdo social" para brindar ayuda humanitaria y con el que se buscarían usar 3.000 millones de dólares mediante un fondo administrado por la ONU.
La visita de Petro a Maduro
El portavoz de Estado también hizo referencia a la visita que el presidente colombiano Gustavo Petro realizó el martes a Maduro, asegurando que Estados Unidos respeta “los derechos soberanos de los gobiernos para trazar su propia política exterior”.
Sin embargo, hizo un llamado a “los gobiernos democráticos para que defiendan las normas que han sido violadas por regímenes autoritarios como el de Maduro en Venezuela”.
El Departamento de Estado habría instado a Colombia a continuar trabajando con sus socios en foros multilaterales para “abogar por un hemisferio democrático y próspero, así como para responsabilizar a los gobiernos que han violado los derechos democráticos y las normas democráticas”, incluidas aquellas normas que están consagradas en la Carta Democrática Interamericana.
Esta visita fue la primera de un mandatario colombiano a Venezuela desde 2016, cuando el expresidente Juan Manuel Santos estuvo en el país.
“Tuvimos la oportunidad de reunirnos con el presidente Petro y su equipo hace solo unas pocas semanas. Por supuesto, Venezuela encabezaba la agenda. Agradecemos a Colombia por el importante papel que está jugando a la hora de acoger a unos 2 millones de refugiados venezolanos. Y discutimos formas en que podemos trabajar junto con Colombia para hacer que el régimen de Maduro rinda cuentas”, concluyó Price.
Durante la reunión entre Maduro y Petro, se planteó la posibilidad del reingreso de Venezuela a la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y al Sistema Interamericano de DDHH. Además se señaló que trabajaría en una apertura total de las fronteras.
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