El subsecretario de Estado para Asuntos del hemisferio occidental de Estados Unidos, Brian A. Nichols, visita El Salvador para hablar sobre Estado de Derecho, derechos humanos, cooperación migratoria y seguridad.
Nichols tiene previsto reunirse con el presidente Nayib Bukele y otros funcionarios salvadoreños con quienes abordará estos y otros temas, según un informe de la embajada estadounidense en San Salvador. También visitará el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), dirigida por jesuitas.
Además, se reunirá con lideres empresariales para abordar el crecimiento económico y el clima de inversión en El Salvador.
La embajada estadounidense dijo que la agenda del subsecretario no está disponible para la prensa y en Casa Presidencial dijeron no tener información de las actividades que desarrollará.
El presidente del Congreso salvadoreño, Ernesto Castro, dijo que “va a ser importante (esta visita) para continuar con un dialogo directo o franco como lo que se ha tenido siempre respetando nuestra independencia”.
Por su parte, la diputada Diana Argueta, del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), dijo que “se va a hablar de democracia en una reunión donde de uno de los actores principales es uno de los violadores directos de la Constitución de la República, porque es la única persona que a través de la violación constante a un proceso democrático establecido en nuestro país quiere seguir siendo presidente”.
La visita del subsecretario estadounidense se produce en el contexto de la discusión sobre la posible inscripción del presidente Bukele como candidato a la reelección pese a que la Constitución lo prohíbe.
EEUU y UE, preocupados por la crisis política en Guatemala
Estando aún en Guatemala, Nichols se reunió el martes con altos funcionarios de la Unión Europea en el país centroamericano para alinear posturas sobre las “graves preocupaciones” que persisten alrededor de la crisis política en el país centroamericano.
En el encuentro participaron el director general de la Unión Europea, Brian Glynn, y otros representantes de EEUU y del viejo continente para abordar la situación.
“Todos los funcionarios expresaron graves preocupaciones por los intentos flagrantes de socavar el resultado de las elecciones, poniendo en peligro los esfuerzos hacia una transición pacífica y ordenada del poder, programada para el 14 de enero de 2024, al presidente electo Bernardo Arévalo y su administración”, señala un comunicado conjunto.
La nota indica que los funcionarios mostraron preocupación por la situación política de Guatemala, país que cumple tres semanas continuas de protestas sociales con miles de ciudadanos que exigen la renuncia de la fiscal general, Consuelo Porras; el jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), Rafael Curruchiche; la fiscal auxiliar, Cinthia Monterroso; y el juez Fredy Orellana, todos sancionados por EEUU en la Lista Engel.
Los manifestantes los acusan de estar a la cabeza de los intentos de revertir los resultados electorales del pasado 20 de agosto, que dieron una contundente victoria a Bernardo Arévalo.
EEUU y la UE han pedido a todas las partes en la crisis a “mostrar moderación” a la vez que se proteja el derecho de “reunión y expresión pacíficas” y sobre todo que se abran canales de diálogo como un medio para resolver la crisis política del país.
Grupos campesinos e indígenas han decidido hacer cierres de carreteras e interrumpir los canales de suministros a la capital guatemalteca, donde se encuentra la mayor concentración de población del país, lo que ha llevado a sentencias de la Corte de Constitucionalidad de desalojar por la fuerza, pero sin éxito hasta la fecha.
Los bloqueos -han reiterado los movimientos sociales- sólo terminarían si dejan los cargos los funcionarios fiscales y judicial a los que acusan de encabezar “el pacto de corruptos”, y pretender impedir la toma de posesión de Bernardo Arévalo.
La reunión de los altos funcionarios de EEUU y la UE reconoce sin grietas el resultado electoral avalado por las misiones de observación electoral, tanto de la Organización de los Estados Americanos (OEA) como de la Unión Europea.
El diario Prensa Libre recoge que el represente europeo, Brian Glynn ha advertido que todas las “acciones adicionales que socaven el resultado de las elecciones de 2023 en Guatemala tendrían inevitablemente un impacto en las relaciones de Guatemala con la Unión Europea”.
Por su parte el secretario Nichols dijo que para Estados Unidos es crucial “continuar avanzando” con los socios regionales para impulsar “esfuerzos consistentes” apegados a la Carta Democrática Interamericana, y que la potencia norteamericana no cesará en utilizar todas las “herramientas disponibles para promover la rendición de cuentas de actores antidemocráticos y corruptos”.
Los funcionarios han acordado apoyar la prosperidad y el respeto al estado de Derecho en Guatemala, y “ambas partes expresaron su disposición a trabajar estrechamente con la administración entrante de Arévalo/Herrera en apoyo a una Guatemala estable, libre y próspera donde las voces de todos los guatemaltecos sean escuchadas y respetadas”, puntualizó el comunicado.
[Parte del reporte procede de AP]
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