El expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández trabajó "mano a mano" con narcotraficantes que alimentaron su ascenso al poder con millones de dólares en sobornos, dijo este miércoles un fiscal estadounidense en su declaración de apertura en el juicio contra el exmandatario.
Hernández fue cercano a Washington durante su presidencia, de 2014 a 2022. Honduras recibió más de 50 millones de dólares en asistencia antinarcóticos de Estados Unidos y decenas de millones más en ayuda militar y de seguridad durante su presidencia, y obtuvo el apoyo del exmandatario Donald Trump para tomar medidas enérgicas contra la migración.
Tres meses después de dejar el cargo, sin embargo, fiscales federales en Manhattan lo acusaron de aceptar millones de dólares en sobornos de traficantes de cocaína a cambio de usar su posición para protegerlos. El fiscal general Merrick Garland dijo que abusó de su poder para conducir el país como un "narcoestado".
"Durante años, trabajó mano a mano con algunos de los mayores y más violentos narcotraficantes de Honduras para enviar tonelada tras tonelada de cocaína aquí, a Estados Unidos", dijo el fiscal David Robles este miércoles.
Hernández, de 55 años, se ha declarado no culpable, y se espera que su abogado defensor pronuncie un alegato inicial más tarde este miércoles. Su letrado ha argumentado que los narcotraficantes lo han difamado para tratar de aligerar sus propias sentencias y para vengarse de las acciones policiales de su administración.
Sin embargo, Robles argumentó que el Hernández abusó de su poder para que las fuerzas armadas, la policía y la justicia hondureñas protegieran y apoyaran a los traficantes. Hernández llegó a jactarse en una reunión con traficantes que “juntos meterían las drogas en las narices de los gringos, de los estadounidenses”, dijo el fiscal.
La defensa anima a desconfiar del gobierno
Por su parte, el abogado defensor Renato Stabile aseguró que su cliente se presentó como candidato a legislador representando a su provincia rural en el oeste de Honduras porque quería liberar a su país del azote del narcotráfico.
Stabile advirtió a los jurados, elegidos el martes, que desconfiaran de los testigos del gobierno, en particular de varios hombres que habían matado a decenas de personas y esperaban que su testimonio les valieran sentencias menores.
“Si miran alrededor de esta sala, la cantidad de gente que mataron probablemente es mayor que la de los presentes”, dijo el jurado en la sala atestada. Algunos testigos torturaron gente y mataron niños, aseguró.
“Esta es gente depravada. Son psicópatas. Son gente indigna de que ustedes crean y confíen en ellas”, dijo Stabile.
El abogado consideró que Honduras era la capital mundial del asesinato un año antes de que Hernández fuera presidente y él redujo la tasa de homicidios en más del 50 % al enfrentar a las pandillas y carteles.
[Con información de Reuters y AP]
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