Los gobiernos de Washington y Beijing están tratando de llegar a un acuerdo para reducir las sanciones estadounidenses que pesan sobre la compañía china de telecomunicaciones ZTE Corporation.
El presidente Donald Trump declaró el martes que el acuerdo probablemente exigirá a la ZTE reestructurar su junta directiva y pagar una multa de mil a mil 300 millones de dólares.
Las negociaciones ocurren poco después de que Estados Unidos y China suspendieran planes de imponer aranceles por unos 200.000 millones de dólares sobre las importaciones de ambas naciones, evitando por ahora una guerra comercial. Beijing realizó un gesto conciliatorio el martes al reducir de 25 a 15% los aranceles sobre los vehículos importados, vigente a partir del 1 de julio.
Ante una ola de críticas del Congreso estadounidense, el secretario del Tesoro Steven Mnuchin negó el martes que Estados Unidos haya ofrecido reducir las penalidades contra ZTE a cambio de concesiones en el ámbito comercial.
El mes pasado, el Departamento de Comercio le prohibió a la ZTE importar partes estadounidenses durante siete años, acusándole de engañar a reguladores estadounidenses al llegar a un acuerdo para poner fin a un litigio sobre la violación de sanciones a Irán y Corea del Norte. La prohibición equivale a una sentencia de muerte para ZTE, que depende de componentes estadounidenses.
En el Congreso, legisladores tanto demócratas como republicanos criticaron al gobierno, acusándolo de ser demasiado complaciente con una compañía que ha violado sanciones estadounidenses.
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