El Departamento de Transporte de Estados Unidos (TSA por sus siglas en inglés), ordenó el miércoles la suspensión del servicio aéreo entre este país y Venezuela, bajo la aprobación del secretario de Estado, Mike Pompeo, y en coordinación con el secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan.
En el comunicado, la secretaria de Transporte, Elaine L. Chao, indica que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés), ha concluido que “las condiciones en Venezuela amenazan la seguridad de la nación y de los pasajeros, aeronaves y tripulaciones que viajan hacia o desde ese país, y que el interés público requiere una suspensión inmediata de todos los vuelos comerciales de pasajeros y carga entre Estados Unidos y Venezuela".
Se informa que la conclusión se basa en los disturbios alrededor de los aeropuertos venezolanos, la incapacidad del TSA para obtener acceso a esos aeropuertos y garantizar la seguridad, y a la crisis económica y política en Venezuela.
El embajador de Venezuela ante las Naciones Unidas, Samuel Moncada, reaccionó ante la noticia y en una rueda de prensa para denunciar lo que llamó la "invasión" de la embajada de Venezuela en Washington, dijo que es una sanción muy grave y que los primeros que sufrirán la medida son los venezolanos que se encuentran en el sur de la Florida.
"Es muy peligroso porque están tratando de matar al pueblo de Venezuela por privación económica del comercio internacional", agregó.
Manifestó Moncada, que el asesor de seguridad de la Casa Blanca, John Bolton, y Mauricio Claver-Carone, el asesor de Seguridad para el Hemisferio Occidental, se deleitan con estas decisiones con las que se engaña al pueblo estadounidense "manufacturando una guerra y nos están llevando a un conflicto (...) tomando medidas nunca antes vistas".
La orden de suspensión de vuelos hacia y desde Venezuela, firmada por la secretaria Chao, es adicional a la Notificación de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA por sus siglas en inglés) a los aviadores, emitida el 1 de mayo, la cual prohíbe a la mayoría de los operadores y pilotos de aviones certificados por EE.UU. volar a menos de 26.000 pies sobre el territorio de Venezuela, también por razones de seguridad.