El enviado de paz de Estados Unidos, Zalmay Khalilzad, mantuvo el sábado las primeras conversaciones oficiales con los talibanes afganos desde septiembre, cuando el presidente Donald Trump suspendió un acuerdo de paz casi seguro con la milicia.
El nuevo diálogo se centrará en lograr que los talibanes se comprometan a reducir la violencia, con un alto el fuego permanente como objetivo final, señaló el comunicado estadounidense. Khalilzad también trata de sentar las bases para una negociación entre los distintos bandos afganos enfrentados por años de conflicto.
Las reuniones se celebran en Qatar, donde los talibanes mantienen una oficina política, luego de varios días de contactos en la capital afgana, Kabul, donde Khalilzad se reunió con el presidente del país, Ashraf Ghani.
Por el momento los insurgentes se han negado a hablar directamente con Ghani, a quien califican como un títere de Washington.
Ghani lidera un gobierno de unidad afgano junto al jefe ejecutivo, Abdullah Abdullah, en un acuerdo de división de poder negociado por Washington en 2014 luego de unas elecciones que estuvieron tan marcadas por la corrupción que no se pudo determinar un ganador claro.
El ejecutivo afgano está inmerso en un nuevo escándalo electoral: Los comicios presidenciales del 28 de septiembre terminaron de nuevo en acusaciones de mala conducta y todavía no se conocen los resultados.
La milicia talibán controla ahora casi la mitad del país y perpetra ataques casi diarios contra puestos de las fuerzas de seguridad en todo el país.