Estados Unidos está prometiendo no abandonar la lucha para erradicar al grupo terrorista Estado Islámico, al tiempo que presiona a los aliados a asumir más responsabilidad con los combatientes extranjeros y para la reconstrucción de Irak y Siria.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, hizo la promesa el jueves en el inicio de un encuentro de la coalición Derrotar al EI, rechazando críticas de que hay una falta de liderazgo desde que Estados Unidos comenzó a retirar fuerzas del noreste de Siria.
"Todos ustedes saben que tenemos que mantener la lucha para derrotar al IE”, dijo Pompeo a los ministros de más de 35 países y organizaciones.
"Eliminamos a (el líder del EI, Abu Bakr al-) Baghdadi y a su posible sucesor”, añadió Pompeo en referencia a las operaciones el mes pasado de dejaron al grupo terrorista sin sus dos jefes principales. "Pregúntenle a cada uno de ellos si hay un déficit de liderazgo estadounidense”.
Este tono desafiante tuvo lugar con solo 31 de los miembros de la coalición Derrotar al IE presentes, y en medio de advertencias de funcionarios de inteligencia y de defensa occidentales de que la amenaza del EI está aumentando.
Las fuerzas respaldadas por Estados Unidos en Siria liberaron el último territorio controlado por el EI en marzo pasado, poniendo fin al autodeclarado califato del grupo terrorista. Los funcionarios han evaluado, sin embargo, que células del EI en Siria e Irak se han estado involucrando en una peligrosa insurgencia en ambos países, y han hecho énfasis en que el grupo terrorista ha comenzado a restablecer control en algunas áreas.
“La insurgencia está viva y coleando en el noroeste de Irak”, advirtió la semana pasada Russell Travers, director en funciones del Centro Nacional de Estados Unidos Contra el Terrorismo.
"Ya hay áreas prohibidas en la noche”, agregó. “Vemos banderas del EI y áreas pequeñas donde se está implementando el sharia”.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, reiteró estas preocupaciones en su discurso de apertura de la reunión ministerial del jueves.
"La lucha no ha terminado. El EI es todavía una amenaza”, dijo. “La situación en el norte de Siria sigue siendo frágil y difícil”.
Sin embargo, Pompeo buscó aliviar esos temores.
"Estamos observando como halcones este espacio antes ocupado por el fraudulento califato”, dijo a los miembros de la coalición. “Hemos reposicionado algunas de nuestras tropas en el noreste de Siria y en el resto de la región para asegurar que el EI nunca tenga una segunda oportunidad”.
Campos petroleros
El domingo, el militar de mayor rango de Estados Unidos, general Mark Milley, dijo al programa This Week de la cadena ABC, que a pesar de la retirada en curso de tropas estadounidenses del noreste de Siria, el Pentágono planeaba dejar unos 500 a 600 efectivos para ayudar a custodiar los campos petroleros cerca de Deir Al Zor, en el este de Siria.
Funcionarios del Pentágono han tratado repetidamente de caracterizar esta decisión como parte de un esfuerzo mayor para prevenir que el EI recupere impulso y que potencialmente encuentre vías para sacar ganancias del petróleo, actualmente bajo control de las Fuerzas Democráticas de Siria, FDS, un aliado de Estados Unidos liderado por kurdos.
Sin embargo, cuando el presidente Donald Trump recibió el miércoles en la Casa Blanca a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que el principal interés es el petróleo.
"Dejamos tropas atrás solo por el petróleo”, dijo Trump.
Combatientes prisioneros
La confusión sobre el petróleo y con una serie de cambios abruptos de la política de Estados Unidos en Siria contribuyó a opacar otras preocupaciones sobre el EI, entre ellas lo concerniente a 10 mil a 15 mil combatientes en prisiones a cargo del FDS.
Entre ellos hay unos dos mil combatientes extranjeros, muchos de los cuales son de países de la coalición
Pompeo reiteró el jueves el llamamiento para que esos países de origen los reciban de regreso.
"Los miembros de la coalición deben recibir a miles de combatientes terroristas extranjeros en prisiones y hacerles rendir cuentas por las atrocidades que cometieron”, señaló.
Funcionarios antiterrorismo de Estados Unidos han descrito a esos combatientes extranjeros como una de las mayores amenazas a mediano plazo, temerosos de que si no son repatriados y llevados ante la justicia pudieran encontrar una vía para regresar a las filas del EI en Siria e Irak.
Pompeo llamó también a los miembros de la coalición a contribuir a aliviar la falta de fondos para los procesos de estabilización en Irak y el noreste de Siria.
'Confusión real'
Sin embargo, hasta qué punto los aliados de la coalición prestarán atención a esos llamamientos después de la cumbre del jueves es algo por ver.
"Nuestros aliados están preguntando con su derecho cuál es nuestra estrategia, cuál es nuestro enfoque operacional con el EI, sabiendo que la administración ha cambiado esencialmente su posición día por día al antojo del presidente Trump”, dijo la VOA Mark Simakovsky, un miembro del Consejo Atlántico y ex funcionario de defensa de Estados Unidos.
"Creo que hay una confusión real”, añadió.
La corresponsal en el Departamento de Estado Cindy Saine contribuyó en este reporte.