El gobierno de Estados Unidos va a poner al día a un juez federal el martes sobre sus esfuerzos para cumplir con la fecha límite para la reunificación de aproximadamente 2.500 niños migrantes con sus padres.
Al menos 879 padres fueron reunidos con sus hijos después de haber sido separados al ser detenidos cruzando la frontera con México, según informó el gobierno. No obstante, otros 463 padres podrían haber sido deportados sin sus niños, sin estar claro cuándo volverán a verlos, informó la administración Trump en una rueda de prensa con la Unión para las Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés).
El gobierno del presidente Donald Trump ordenó la separación de familias en mayo de este año, como parte de la política de ‘tolerancia cero’ que pensaba podría desalentar la inmigración ilegal.
Trump dio fin a la práctica a finales de junio, después de que videos y audios de los niños llorando dentro de jaulas provocaran indignación a nivel internacional.
Después de que ACLU presentara el caso ante una corte federal en San Diego, el juez Dana Sabraw ordenó el mes pasado que el gobierno tenía hasta el jueves 26 de julio para reunir a los niños.
El juez podrá usar la audiencia del martes para considerar una petición de la ACLU de que los padres que se enfrentan a órdenes de deportación no sean llevados de vuelta a su país hasta al menos una semana después de que hayan sido reunidos con sus hijos.
La organización dijo que ese periodo es necesario para que los padres consideren las opciones legales para sus hijos, quienes podrían estar mejor si se quedasen en Estados Unidos pidiendo asilo.
La mayoría de los padres huyen de la violencia en Guatemala, Honduras y El Salvador.
El proceso de reunificación ha sido desfigurado por el desorden dentro de las agencias gubernamentales, dificultando el rastreo de adultos y niños en los centros de detención y la comunicación con los defensores de los migrantes.
El gobierno reunió a los niños menores de cinco años a principios de este mes, sin embargo no cumplió con el plazo que la corte le había dado para ello. La administración culpó a algunos procedimientos, como la verificación de antecedentes de los padres para garantizar la seguridad de los niños, por este retraso.
Sabraw ha criticado al gobierno por las medidas de seguridad innecesarias que nunca hubiera tenido que ser aplicadas si las familias no hubieran sido separadas por el gobierno al principio.
La semana pasada, el juez dijo que se sentía animado por las señales de que el gobierno estaba poniendo más énfasis en cumplir con la fecha límite para la reunificación.
