El número de estadounidenses que presentó solicitudes de subsidios por desempleo bajó más de lo esperado la semana pasada, lo cual apunta a una fortaleza subyacente del mercado laboral pese a la fuerte ralentización en el crecimiento del empleo durante mayo.
Sin embargo, la perspectiva para la economía se sigue oscureciendo. Otros datos conocidos el jueves muestran que la actividad fabril en la zona norte de la costa este se estancó en junio, probablemente reflejando una reciente escalada en las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.
La guerra comercial ha incrementado la incertidumbre sobre el panorama económico estadounidense, lo que llevó a la Reserva Federal a señalar que podría reducir las tasas de interés hasta en medio punto porcentual en lo que queda del año. El banco central mantuvo estable el costo del crédito el miércoles.
Las solicitudes iniciales de beneficios por desempleo cayeron en 6.000 a una cifra no estacional de 216.000 en la semana que terminó el 15 de junio, dio a conocer el Departamento del Trabajo. Economistas encuestados por Reuters habían estimado que las solicitudes de ayuda descenderían a 220.000 en la última semana. Los datos de la semana previa no fueron objeto de revisiones.
La baja reportada el jueves se produce luego de tres semanas consecutivas de aumentos.
El crecimiento del empleo se ha enfriado desde el fuerte ritmo en 2018 en línea con la economía, que se desacelera a medida que desaparecen los estímulos generados por un enorme recorte de impuestos y un aumento en el gasto público.
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