El gobierno del presidente Donald Trump aumentó el martes su lista de sanciones contra Rusia mientras legisladores estadounidenses exigen mayores restricciones económicas contra Moscú. Gran Bretaña acusó al mandatario ruso de promover políticas que aumentan la inseguridad en el mundo.
El Departamento del Tesoro anunció dos nuevas medidas contra objetivos rusos: incluyó en una lista negra a dos compañías y dos individuos que presuntamente han intentado eludir las sanciones estadounidenses impuestas en junio en respuesta a hackeos; y castigó a dos empresas navieras rusas acusadas de transferir derivados petroleros a barcos norcoreanos, en violación a las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Aunque el presidente Donald Trump ha buscado vínculos más estrechos con el mandatario ruso Vladimir Putin, su gobierno ha intensificado las presiones económicas contra Moscú debido a lo que se describe como “actividades rusas mal intencionadas” en Ucrania y Siria, y a los intentos rusos por desestabilizar las democracias occidentales.
Dos altos funcionarios de los departamentos de Estado y del Tesoro dijeron el martes durante una audiencia del Senado que desde enero de 2017, se han impuesto sanciones a 217 empresarios, funcionarios y compañías privadas y estatales de Rusia, entre ellas 14 bancos y 20 empresas de energía.
Además, recordaron que el gobierno de Washington ha expulsado a 60 espías rusos y que cerró los consulados rusos en San Francisco y Seattle.
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