Los gastos personales de los estadounidenses subieron marginalmente en septiembre, mientras que la inflación vinculada a los datos de la demanda minorista se mantuvo estable, lo que podría generar dudas sobre la capacidad de los consumidores para continuar impulsando la economía.
El informe del Departamento del Comercio fue revelado un día después de que la Reserva Federal redujera su tasa de interés de referencia por tercera vez en el año, aunque la entidad indicó que haría una pausa en el ciclo de relajamiento monetario que empezó en julio.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo que espera que la economía continúe creciendo a un ritmo moderado, alentada por un “sólido gasto de los hogares y condiciones favorables para el financiamiento”.
El gasto de los consumidores, que representa más de dos tercios de la actividad económica estadounidense, aumentó un 0.2% el mes pasado porque más hogares elevaron sus compras de vehículos motorizados y tuvieron desembolsos mayores en salud, dijo el gobierno.
Los datos de agosto fueron revisados al alza para mostrar un ascenso de 0.2% en lugar de la cifra reportada previamente de un aumento de 0.1%. Economistas encuestados por Reuters habían previsto que los gastos del consumidor subirían 0.2% el mes pasado.
Las cifras provistas el jueves estuvieron incluidas en el reporte sobre la variación del Producto Interno Bruto, que fue publicado el miércoles.
El gobierno informó que el crecimiento del gasto del consumidor se desaceleró a un ritmo -aún sostenible- de 2.9% en la tasa anualizada durante el trimestre pasado, luego de haber avanzado 4.6% en el segundo trimestre, el ritmo más veloz desde el cuarto periodo de 2017.
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