La agencia del gobierno que supervisa las solicitudes de inmigración está creando una oficina para identificar a los estadounidenses sospechosos de haber hecho trampa para obtener la ciudadanía.
El director de Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, L. Francis Cissna, dijo a la agencia AP que su agencia está contratando a varias docenas de abogados y oficiales de inmigración para revisar casos de inmigrantes que obtuvieron órdenes de deportación y que podrían haber usado identidades falsas para obtener tarjetas de residencia y ciudadanía a través de la naturalización.
Cissna señaló que los casos serían remitidos al departamento de Justicia, donde los abogados podrían anular la ciudadanía del inmigrante sospechoso a través de procesos judiciales civiles. En algunos casos, los abogados del gobierno podrían presentar cargos criminales relacionados con el fraude.
El funcionario estadounidense adelantó que espera que la nueva oficina de la agencia en Los Angeles esté operando el próximo año, pero agregó que investigar y remitir los casos para ser procesados tomaría más tiempo.
"Finalmente tenemos un proceso para llegar al fondo de todos estos casos graves y comenzar a desnaturalizar a las personas que no deberían haberse naturalizado en primer lugar", dijo Cissna. "Calculamos que se trate de unos miles de casos", agregó.
Cissna se negó a decir cuánto costaría el esfuerzo, pero manifestó que estaría cubierto por el presupuesto existente de la agencia, que está financiado por las tarifas de solicitud de inmigración.
Esta iniciativa surge en medio de una serie de estrictas medidas por parte del gobierno de Donald Trump para frenar la inmigración ilegal y reducir la migración legal a Estados Unidos.