Estados Unidos comenzó a recaudar el sábado aranceles más altos, de un 25%, sobre bienes chinos que llegan al país a través de los puertos, en una escalada de la guerra comercial entre las dos economías más grandes del mundo que abre la puerta a medidas de respuesta por parte de Pekín.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impuso el incremento a los gravámenes sobre bienes chinos valorados en 200.000 millones de dólares el 10 de mayo, pero había permitido un período de gracia para cargamentos marítimos que hubieran salido de China antes de esa fecha a los que se aplicaba el arancel anterior de 10%.
La oficina del Representante Comercial de Estados Unidos estableció el 1 de junio como fecha tope de uso de la anterior tasa arancelaria. A partir de esa fecha, la oficina de aduanas comenzaría a recaudar un gravamen de 25% por ciento en los puertos estadounidenses.
El incremento en el impuesto aduanero incluye a un amplio número de bienes de consumo e intermedios provenientes de China, incluyendo módem y enrutadores para ineternet, muebles, electrodomésticos y productos de iluminación.
Previamente el sábado, China comenzó a aplicar medidas arancelarias de respuesta sobre parte de una lista de bienes de Estados Unidos valorados en 60.000 millones de dólares.
Los aranceles chinos, anunciados el 13 de mayo, aplican una tasa adicional de 20% ó 25% sobre más de la mitad de los 5.140 productos estadounidenses identificados en la lista. Pekín previamente había impuesto tasas adicionales de 5% ó 10% sobre los bienes designados en la lista.
No se han programado nuevas negociaciones comerciales entre China y estados Unidos desde la última ronda que terminó en un punto de estancamiento el 10 de mayo, el mismo día en que Trump anunció el incremento de aranceles sobre bienes chinos.
Trump ha acusado a China de romper un acuerdo para cerrar su disputa comercial al renegar de compromisos alcanzados durante meses de negociaciones. China niega esa afirmación.