El presidente de Ecuador, Rafael Correa, denunció un intento de golpe de estado después de ser internado en un hospital tras haber sido agredido por policías que se tomaron el principal cuartel de Quito en protesta por reformas laborales.
El gobierno de Correa, en un comunicado, denunció lo que calificó de un intento de desestabilización del sistema democrático ecuatoriano después que los manifestantes, policías y militares, salieran a las calles en protestas por mejoras en el sistema de salarios y contrataciones de los agentes y militares.
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Correa se acercó a los manifestantes para hablar con ellos, pero estos lo recibieron con gases lacrimógenos. Las imágenes de Correa caminando con ayuda de un bastón en medio de nubes de gases dieron la vuelta al mundo.
Estados Unidos y Ecuador
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hilary Clinton, emitió un documento en el cual pide a los ecuatorianos alcanzar la calma.
“Estamos siguiendo de cerca los sucesos en Ecuador. Estados Unidos deplora la violencia y expresamos total apoyo al presidente Rafael Correa y a las instituciones democráticas del gobierno en ese país. Urgentemente le pedimos a los ecuatorianos que se unan y trabajen juntos dentro del marco de las instituciones democráticas para alcanzar rápida y pacíficamente la restauración del orden”, dijo la diplomática en un comunicado.
En Washington, el portavoz del Departamento de Estado J.P. Crowley dijo que Estados Unidos está "siguiendo de cerca" la crisis en Ecuador a través de la embajada estadounidense en Quito.
“Nuestra embajada en Quito confirma que hay algunos ciudadanos estadounidenses en el aeropuerto, pero no se encuentran en peligro. El área que rodea nuestra embajada está en calma y estamos monitoreando lo que está sucediendo aquí”, dijo Crowley.
Apoyo internacional
La manifestación de algunos policías, apoyados por militares, fue rechaza por organismos internacionales como la Organización de los Estados Americanos (OEA). El mismo Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, mantuvo una conversación telefónica con el presidente Correa, en la que le expresó “el pleno apoyo” del organismo ante los acontecimientos en su país.
En el marco de una reunión de emergencia llevada a cabo en Washington, Insulza hizo un llamado a los gobiernos e instituciones multilaterales de la región para “evitar que el golpe de Estado se consume” en Ecuador.
El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, a través de su vocero en Ecuador, dijo que estar preocupado por la salud del mandatario ecuatoriano.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, hizo un llamado a los países de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR), para estudiar un plan de seguridad y evitar el caos.
El presidente de Perú, Alan García, dijo que los cancilleres de varias naciones de América del Sur buscan viajar a Quito para respaldar a Correa.
En Bolivia, el gobierno de Evo Morales expresó su rechazo y condenó los acontecimientos políticos en Ecuador.
Morales acusó a la derecha ecuatoriana y a Estados Unidos de ser los autores del intento de golpe de Estado.