En casi nueve horas dos terremotos de magnitud 6,8 sacudieron a Ecuador.
Los sismos, ambos de 6.8 en la escala de Richter, se produjeron en la provincia de Esmeraldas, una en la madrugada a 14,6 km de profundidad, y la otra a 15 km de profundidad.
Las autoridades sismológicas ecuatorianos consideran que estos sismos son las réplicas más fuertes del terremoto de 7,8 del pasado 16 de abril, en el que 661 personas murieron y 28.000 quedaron sin hogar.
No hubo alerta de tsunami, pero los residentes de Quito, la capital ecuatoriana, salieron momentáneamente a las calles.
No hubo reportes de fatalidades, pero sí de daños adicionales a edificios que ya estaban desahuciados.
Las autoridades trabajaban para restaurar la energía eléctrica en las áreas afectadas.
Como medida de precaución, el presidente ecuatoriano Rafael Correa, canceló las clases en las escuelas de las provincias afectadas de Manabí y Esmeraldas.
El mandatario indicó que la medida se extiende a la jornada vespertina de clases en todo el país, "hasta recabar toda la información sobre posibles daños".
Correa hizo el anuncio a través de su cuenta de Twitter.